El “socio equivocado” y “un mal matrimonio donde los cónyuges descubren que el otro le ha sido infiel” son algunas de las declaraciones de Germán Efromovich sobre el salvadoreño Roberto Kriete Ávila, su socio en Avianca Holdings. Una relación que comenzó como una entusiasta alianza de negocios terminó en el dolor de cabeza mayor para el propietario de la aerolínea, que hasta entonces iba viento en popa.
Kriete es junto con su familiar Ricardo Poma, los únicos salvadoreños incluidos en la lista de los ricos de Centroamérica según la revista de Forbes México. Pero además de adinerado, le sobran los reconocimientos que pasan por la Condecoración de la Legión de Honor del Gobierno de Francia y la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos en el grado de Gran Oficial por parte del gobierno del Perú.
Roberto Kriete nació en El Salvador. Su fortuna la inició su abuelo, quien llegó procedente de San Francisco, California, y se casó con una nativa centroamericana, heredera de una familia cafetalera de Usulután. A pesar de su pasado en el sector agroindustrial, en 1961 inició su aventura en la industria de la aviación. Kriete padre le compró a un capitán neozelandés el 30% de las acciones de Transportes Aéreos de Centro América (TACA) y rápidamente le entregó el manejo de la compañía a su hijo quien expandió la participación familiar y ya para 1980 Roberto Kriete Ávila había logrado el 98% de la compañía.
Kriete Ávila conoce muy bien el sector aeronáutico. Además de TACA, fue fundador y miembro del Consejo Directivo de la línea aérea Volaris, de México, y presidente de la Asociación Latinoamericana de Líneas Aéreas – ALTA. A finales de los 80, dio un salto empresarial clave cuando realizó una alianza con las aerolíneas Aviateca, de Guatemala, Tacsa, de Costa Rica, y Nica, de Nicaragua, para crear el Grupo TACA. Fue este grupo, el que hace diez años, en 2009, selló una alianza con German Efromovich, dueño de Avianca. El acuerdo consistía en que el grupo TACA controlaría el 22% de la naciente Avianca Holdings. Kriete logró obtener la facultad de veto y el derecho a vender su participación a una prima del 10% en caso de darse desacuerdos irresolubles; esto con el objetivo de lograr equilibrar la participación minoritaria.
La armonía duro poco. Kriete empezó a percibir malestar con Efromovich frente a los múltiples conflictos de intereses que manejaba dentro de su conglomerado Synergy Group, del cual Avianca es miembro. Kriete sintió el peso de “un desangre financiero a la empresa debido a malas inversiones, malas apuestas e inversiones con malos rendimientos en Brasil”. A OceanAir y Macair (también conocidos como Avianca Brasil y Avianca Argentina respectivamente) se les permitió usar la marca Avianca de forma gratuita. Una marca de país para los colombianos.
El malestar explotó cuando en abril de 2016 Germán Efromovich hizo pública su decisión de aceptar unilateralmente, a través de la sociedad Synergy Aerospace, de la que es accionista mayoritario en Avianca, un préstamo de USD 800 millones de United Airlines. Con el préstamo, Efromovich buscaba solventar un lío personal que le permitía mantener a raya a acreedores como Elliott Management, un fondo de cobertura liderado por Paul Singer, con foco principalmente en la operación del Brasil. Roberto Kriete se enfureció. Lo consideró un abuso.
Con esta decisión echaba por la borda una oferta de USD 1.000 millones que había puesto sobre la mesa la aerolínea estadounidense Delta Airlines, además de una fusión de USD 2.000 millones con la Copa de Panamá. Para Kriete, el cambio no tenía razón de ser: optar por un préstamo de USD 800 millones de United Airlines con el fin de evitar un desastre financiero personal. Kriete no pensaba dejarlo pasar y se declaró dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias. Procedió a demandar a su socio Efromovich ante la Suprema Corte del Estado de Nueva York.
La pelea cogió volumen y llegó a los titulares de prensa con insultos públicos de parte y parte. La demanda logró bloquear temporalmente las negociaciones con United Airlines. Efromovich asumió como accionista mayoritario la financiación de USD 200 millones a través de Sinergy, que significaba una costosa capitalización. Finalmente, en septiembre de 2017, luego de un acuerdo no conocido, ambos empresarios retiraron sus respectivas demandas radicadas en la Corte Suprema del Estado de Nueva York. Efromovich mantuvo su rol de presidente de la junta directiva de Avianca Holdings, y Kriete, quien para entonces gozaba del 14.46 % de Avianca Holdings, también era miembro de la junta directiva.
Un año después Efromovich logró lo que buscaba. En diciembre de 2018, United Airlines le concedió un préstamo de USD 456 millones a Sinergy, en el marco del acuerdo comercial que ambas compañías aéreas firmaron con Copa, el cual debía pagarse en cinco cuotas anuales a partir del 30 de noviembre de 2021, pagándose en su totalidad el 30 de noviembre de 2025; fecha en la cual Kriete podía decidir si vender su participación en la aerolínea y Sinergy debía comprarle.
Sin embargo, el panorama cambió el pasado mes de mayo. Efromovich fue incapaz de cumplir con la obligación del pago de las cuotas con United y perdió su puesto como presidente de la junta directiva. Adicionalmente, se abrió la puerta para que United y Kingsland adquirierán su participación mayoritaria de 51,5%. Sin quedarse cruzado de brazos, Efromovich, a través de la BRW Aviation Holding, presentó una acción judicial en Nueva York para impedir la pérdida de sus acciones.
Además, por el no pago de la deuda, su mayor temor se cumplió: Kriete ingresó en su reemplazo.
Con su llegada, la junta directiva nombró a Anko van deer Werf como nuevo presidente ejecutivo de Avianca Holdings, tras la renuncia de Hernán Rincón. Y en las últimas horas se filtró un video en el que Kriete, mientras está reunido con varios de sus subalternos, declara que Avianca está en bancarrota.
Sus palabras desataron el infierno. Con tan solo unas horas de haberse conocido la grabación, las acciones de la compañía ya han caído un 13,93%. Estos son los números más bajos que ha reportado la aerolínea en toda su historia desde su entrada al mercado financiero.