El cirujano Frank Lamadrid es milimétrico en todo lo que hace. Su apariencia impecable tan solo es una muestra de la exitosa carrera en la industria de la cirugía estética con la que se ha trabajado un estilo de vida pleno en lujos y privilegios. En los círculos sociales de la más alta alcurnia barranquillera, donde una intervención quirúrgica estética no tiene nada de raro, su nombre es de los más recomendados pero su agenda vive llena.
Lamadrid tiene un consultorio en Bogotá, un instituto de medicina y cirugía en Barranquilla -de donde es oriundo y donde reside la mayor parte del tiempo- pero también atiende en Miami, Barcelona o Madrid en España, de donde también es ciudadano. Se define como “líder mundial de la lipoescultura láser 4K” y en Instagram tiene una comunidad de 300 mil seguidores que le respalda -y con la que comparte- este y todos sus méritos profesionales, personales y empresariales.
A pesar del éxito que ha tenido en la medicina estética mundialmente conocida, su carrera empresarial no tiene nada que envidiarle a la primera. De hecho, la razón que ha llevado a Lamadrid a intervenir en los más altos círculos de poder en Colombia se debe a su empresa Cannabis Medical Company by Frank Lamadrid, de la cual es fundador.
En 2019 unos empresarios norteamericanos le mostraron la industria del cannabis. Ante los números y las posibilidades que vio, comenzó a indagar en la legislación colombiana y encontró una oportunidad única de negocio. Durante un año tramitó la licencia ante el Ministerio de Justicia para la producción de semillas para siembra y fabricación de derivados, y el 1 de junio de 2020 oficialmente tuvo el permiso para comenzar a construir su imperio cannábico.
Además de su talento profesional, el cirujano y empresario mostró que tiene madera política, y desde 2018 comenzó a acercarse al Gobierno nacional. Primero empezó a asistir a los eventos de campaña de Iván Duque en Barranquilla y Cartagena, de la que fue un entusiasta donante. Pero también fue gracias a su cercanía con Elsa Noguera, actual gobernadora del Atlántico, que facilitó los puentes con el presidente Duque, a quién fue convenciendo sobre la industria del cannabis medicinal y la oportunidad que no se podía desaprovechar.
Aunque Duque siempre ha señalado que la industria del cannabis puede convertirse en un eslabón clave para la economía del país que tiene todo para convertirse en una potencia del sector, durante tres años aplazó la reglamentación de las exportaciones de flor seca. Sin embargo, para destrabar esta reglamentación, el médico Lamadrid terminó siendo clave. Su experiencia en el sector le sirvió para convencer al presidente Duque de avanzar rápido ante la insistencia de otros empresarios en el sector como los dueños de Cleaver Leaves, que recibieron en estos dos últimos años 5 millones de dólares de capital canadiense. Según Lamadrid, quien además ha sido condecorado por el Congreso por su modelo de turismo médico, del que es un gran contribuyente, esta decisión puede revolucionar el agro colombiano, según se lee, entre otras, en una publicación de Instagram que compartió para celebrar la firma del tan esperado decreto.
Y es que este mercado es una mina de oro. Según el propio gobierno, para el año 2024 estará en alrededor de los 62 billones de dólares, una torta nada despreciable por la que los empresarios del sector habían presionado para que Duque firmara el decreto, algo que se terminó de concretar el pasado 23 de julio.
Ahora, Lamadrid puede convertirse en el súper empresario del cannabis medicinal en Colombia. Actualmente su empresa tiene 2 hectáreas cultivadas en el corregimiento de Campeche, a pocos kilómetros de Baraona, Atlántico. Sin embargo, cuenta en total con 30 hectáreas disponibles para aumentar su producción. Cannabical Medical Company también ha sido promotora y financiadora de investigaciones de mercado de la industria del cannabis en el marco de la pandemia por Covid-19, del que Colombia se podría beneficiar con un modelo de negocio a pequeña escala que Lamadrid ha buscado ahondar con los ministerios de ambiente, agricultura, justicia e interior por su potencial comprobado.
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En su experiencia, Lamadrid genera alrededor de 17 empleos directos por cada hectárea cultivable de cannabis medicinal que, en las políticas de su empresa, priorizan a las madres cabeza de hogar.
El presidente Duque, quien en su gestión ha escuchado sobretodo a los empresarios, con afinidad a aquellos jóvenes que les apuntan a nuevos sectores, le cumplió a Frank Lamadrid, quien logró que su voz pesara en las decisiones del mandatario en un tema de mucho peso político-empresarial.
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