Mientras en La Habana, Cuba, se busca firmar el tratado de paz, ¿sabe usted qué está pasando en su cuidad?
Hace algunas semanas el país se está preparando para la firma del tratado de paz. Varias empresas se han unido a la campaña Soy Capaz, con el fin de demostrarle a la sociedad que son capaces de hacer por la paz de nuestro país; prueba de ello fue la alianza entre Caracol y RCN televisión, las emisoras, equipos de futbol y almacenes de cadena; añadiendo a esto la multitudinaria participación de usuarios de Twitter y Facebook con el hashtag #SoyCapaz.
Pero mientras el Presidente de la República, Juan Manuel Santos, ante los medios y la ONU asegura que estamos a menos de seis meses de lograr la paz en nuestro país, en la Comuna 13 la situación no es alentadora.
Don Hernando, conductor de bus, Sara, ama de casa y doña Irma, dueña de una tienda, se levantan todos los días con la certeza de que deberán sacar un poco de su salario para pagar la llamada “vacuna”. Todos los miércoles, desde muy temprano, suena el timbre de la casa de Sara, quien sabe que al abrir su puerta encontrará al mismo hombre con la frase “¿va a colaborar con la seguridad del barrio?”, ella sabe que su respuesta siempre debe ser afirmativa, así que se dispone a sacar $2.000 de su billetera, y tiene claro que de lo contrario ese mismo hombre se encargará de saquear su casa y posiblemente acabar con la vida de sus familiares.
Don Hernando, al acabar con el recorrido de su ruta a las 8:00 p.m., se dispone a parar en la misma esquina, donde al parecer por obra y gracia, siempre está parado alguien a quien de su ganancia le debe entregar $25.000, que en el mercado de su casa jamás serían de más.
El caso de doña Irma no es muy diferente, al anochecer cada tres días, una mujer se acerca, y sin pronunciar palabra alguna extiende su mano, señal que la dueña del negocio entiende por entregar $8.000, a cambio de que en su tienda jamás roben. No son solo don Hernando, Sara y doña Irma; son todos los habitantes de la comuna 13, que saben que su seguridad no depende del Estado Colombiano. Su bienestar hoy se encuentra en manos de un grupo de jóvenes armados, que a pesar de su ilegalidad y el cobro de un “impuesto” que no está regido por alguna ley, se ha ganado la legitimidad de esta comunidad, la misma que hoy reclama ¿cuál paz?