Este incremento en el costo del metro elevado lo denunció la concejala de la Colombia Humana UP Ana Teresa Bernal, quien aseguró que se debe al nivel de incertidumbre de un proyecto que no cuenta con estudios definitivos. Además, encendió las alarmas por el lento avance del proyecto, que después de seis años solo ha adquirido el 7 % de los predios que requiere, y no cuenta con el traslado de redes definitivo, de 28 intersecciones de redes de la Empresa de Acueducto que deben ser trasladadas 25 no han iniciado.
Con pruebas en mano, la concejala Ana Teresa Bernal alertó sobre el riesgo financiero que representa el metro elevado para Bogotá, pues al no contar con estudios definitivos ha ido incrementando su costo. 41 vigencias futuras han aprobado para el metro elevado, incrementando la inversión del proyecto en 2.3 billones de pesos más de lo que aprobó originalmente el Conpes 3900 de 2017.
Es más, la concejala llamó la atención sobre la probabilidad de que el costo pueda seguir aumentando dado que no se tienen estudios definitivos de ingeniería de detalle. Dos años después de firmarse la concesión del metro de Bogotá (en 2019) no hay aun cierre financiero porque el costo final se conocerá cuando se terminen los diseños finales o ingeniería de detalle prevista para el 10 enero de 2023.
Asimismo, la concejala afirmó que solo hasta esa fecha en que se tengan los diseños definitivos se podrá saber si el metro elevado es viable financieramente, pero será demasiado tarde porque ya el distrito habrá invertido cuantiosos recursos. ¿Qué va a pasar si se cumple con el cronograma de entregar al concesionarios los predios en 2022, la demolición de 1443 predios y el traslado anticipado de redes de servicio público, y después nos damos cuenta de que no es viable el proyecto? ¿Van a quedar paralizados los tramos de la troncal Caracas, el corazón financiero de Bogotá?”.
La concejala Ana Teresa Bernal demostró que no ha avanzado el proyecto en tanto que después de seis años no se ha completado el traslado de redes de servicios públicos en 25 de las intersecciones de la Empresa de Acueducto, que presentan 0 % de avance de las 28 obras previstas, y no se han adquirido sino 99 de los 1443 predios que se requieren.
Bernal aseguró que Bogotá estaría ante el riesgo de ruina de continuar con un proyecto con tal nivel de incertidumbre en el que no hay certeza de la viabilidad financiera y en el que están en riesgo los recursos y el futuro de la ciudad.