En México es mejor no pronunciar el nombre de Nemesio Rubén Oseguera, alías “El Mencho”. Ser el criminal más buscado del país no es tarea fácil y requiere todos los méritos en el ejercicio de la delincuencia para llegar a ser un objetivo de muchos gobiernos. Buscarlo ha sido una labor de valientes y enfrentarlo ha sido una misión casi imposible.
La edad de El Mencho es un dato que nadie tiene claro realmente. Unos dicen que tiene 55, otros que tiene 53, pero lo único verdaderamente certero es que su cumpleaños es el 17 de julio, día en que su ejército personal, desplegado en todo el occidente mexicano, le rinde pleitesía con videos en que con orgullo muestran cuánto poder puede llegar a tener este personaje realmente. En el que grabaron en el 2020, al menos 100 hombres, altamente armados, grabaron un video mostrando un verdadero arsenal de guerra mientras gritaban “puros hombres del Mencho”.
Oseguera, que nació en el seno de una familia aguacatera muy pobre en el Estado de Michoacán, llegó a ser un capo mexicano a punta de droga, plata y plomo. En los 80, siendo un adolescente, cruzó a Estados Unidos por el hueco para establecerse en California y vivir del microtráfico principalmente.
Tras su segunda deportación, después de pasar 3 años en una cárcel federal en Los Ángeles, el Mencho se volvió a México para quedarse. Con 30 ingresó a las filas de la policía en Jalisco, de las cuales salió poco tiempo después para meterse de lleno a trabajar en el Cartel Milenio como miembro de un escuadrón de la muerte. Su sevicia natural para matar y asustar a sus enemigos le fue dando nombre rápidamente y, tras casarse con la hermana su entonces jefe “El Maradona”, se convirtió en heredero de su poder cuando este fue capturado en el 2003.
Por esos tiempos, el Cartel de los Zetas, principal rival del Mencho y su Cartel Milenio, inició una ofensiva apoyada por el Cartel del Golfo que lo obligó a exiliarse al Estado de Jalisco con toda su familia. Viviendo en Guadalajara fue cuando entró en contacto con El Chapo Guzmán, quien empezaría a ser su jefe al mando, cuando este le delegó a el Mencho y sus hombres las operaciones, finanzas y actividades delictivas del Cartel de Sinaloa en todo el Estado de Jalisco y Colima.
Más fuerte que nunca, el cartel Milenio se puso en la mira de las fuerzas federales a mediados de 2009. Tres de los grandes mandos, incluyendo un hermano del Mencho, fueron arrestados y extraditados en cuestión de meses. Por cuenta de esta persecución han muerto alrededor de 150 miembros de la fuerza pública mexicana en diferentes atentados y ataques ordenados por la cabeza del cartel.
A comienzos del 2010, empezaba a fracturarse el cartel y el Mencho era uno de varios que reclamaban el control sobre la organización. Al finalizar ese mismo año, se desataba una guerra interna por controlar el poderío entre dos grandes bloques: La Resistencia, compuesto por quienes no querían a Oseguera al mando y Los Torcidos, compuesto por sus hombres de confianza.
Tras una campaña de saboteo, lanzada por El Mencho, la Resistencia perdió poder y arraigo en las zonas occidentales de Mexico, donde Los Torcidos ganaron terreno y se consolidaron como el Cartel Jalisco Nueva Generación, alías “Los Mata Zetas”, principales aliados del Chapo Guzmán y toda su gente del Cartel de Sinaloa.
La captura del Chapo Guzmán en el 2014 no debilitó al Mencho, sino que lo empoderó aún más. Muchos integrantes del cartel de Sinaloa se pasaron a sus filas con importantes rutas de narcotráfico, vínculos con el gobierno, etc. Hoy se sabe que más de 10 mil personas trabajan para él en una red operativa en 15 países de 5 de los 6 continentes, en el que Colombia es una de sus ubicaciones más importantes
