Si bien los problemas de comunicación aún existen en el gobierno, se percibe un mayor esfuerzo para controlar con el debido orden la información oficial y darle el conducto y el protocolo que se requiere desde Palacio Nariño. Se abona y destaca que al interior algunos de los ministros fijen su posición hacia lo público, incluso estando en desacuerdo con los colegas de gabinete. Me refiero, por ejemplo, a las declaraciones que tuvieron bastante alcance en prensa del ministro de Educación, Alejandro Gaviria, sobre el proyecto de reforma a la salud que se presentó a consideración del Congreso Nacional por parte de la ministra Corcho. Estar en medio de la controversia es una buena señal, la libertad democrática, de expresión y de diversos puntos de vista al interior del gobierno.
Pero contrario a lo anterior, hay estilos de comunicación que han dejado críticas, polémicas y de una manera a otra han maltratado las relaciones que siempre deben ser depuradas de manera constante, entre el presidente de una nación y la prensa, en general. Recientemente, se habló de los trinos del mandatario contra el periodismo en Colombia, tanto así que medios internacionales, es el caso del Portal Voz de América, publicó un artículo sobre el tema y en donde en uno de sus aportes se refiere textualmente: “Según la FLIP, en el último mes el presidente Gustavo Petro ha difundido en su cuenta de Twitter trinos que generan dudas en la opinión pública sobre el trabajo de los medios, al cuestionarlos, corregirlos y reprocharlos cuando informan sobre la gestión de su gobierno”. El mismo artículo señala que son cerca de 34 mensajes que subió el presidente a su Twitter personal con está intención o efecto.
Roberto Pombo, uno de los periodistas de mayor respetabilidad y trayectoria en Colombia, dedicó uno de sus programas, Mis Preguntas, que se transmite en la W y en cadena de Emisoras del grupo Prisa, a este espinoso y delicado tema, dejando estos interrogantes: ¿Qué tanto puede afectar un presidente a la libertad de prensa? ¿Es un presidente un ciudadano común frente a la prensa? ¿El activismo y la creación de contenidos reemplazaron el periodismo?
Aquí el presidente Petro debe saber que cuando utiliza su Twitter personal no solo es él el que está comunicando, sino también el gobierno que representa. Por ello, debe calcular los efectos e impactos de los mensajes. Un estratega conocedor de la comunicación sabe muy bien que un gobierno lo que debe es enlazar, generar confianza, respetar y valorar las opiniones de la prensa seria frente a su gestión como primer mandatario. El periodismo puede ser el mejor aliado, aun respetándosele su derecho a la libertad de expresión.
Para la opinión pública en general y los ciudadanos de a pie, estos mensajes en la sombrilla de Twitter personal son una expresión de gobierno y de su estilo en comunicación. Una ministra de Salud que es poco carismática, para algunos sesgada y algo pesada en la comunicación como es Carolina Corcho, una ministra de Minas y Energía que, con frecuentes salidas en falso en diferentes foros, cámaras y periodistas, como es el caso de Irene Vélez. O también un ministro de Justicia tirando anzuelos muy controversiales en temas de políticas carcelarias en Bogotá y el país, Néstor Iván Osuna. Todo lo anterior solo por mencionar algunos casos, maltratan, crean ruido y ensucian el ambiente y los canales de comunicación constructivos que debe manejarse del gobierno hacia los ciudadanos en general.
Recientemente el presidente Petro lanzó su programa radial, Informativo Colombia Hoy, con periodicidad diaria, cuyo objetivo es: “Informar sobre las acciones del gobierno nacional en su totalidad”. Ojalá esta vitrina la sepa manejar sin pasiones, aquí tiene valor la democracia y que sea también un micrófono abierto a todos los colombianos, el equilibrio y la honestidad en contenidos que deben recibir sus oyentes. En esto, es fácil caer en las tentaciones del ego y convertirlo en una fatiga y muchas veces en un solo lenguaje, lo oficial y nada más, que no responde a la realidad que se vive en los hogares, en las calles y en la extensión del territorio nacional.
¡El gobierno Petro está al aire!