Mientras en Glasgow comenzaba el evento internacional más importante en sus últimas décadas de historia, en el aeropuerto no se anticipó la llegada de tantos aviones simultáneamente y la situación se volvió escandalosa en cuestión de horas.
En dos días, al menos 400 aeronaves aterrizaron en las pistas del Aeropuerto Internacional de Glasgow con intenciones de pernoctar mientras se desarrolla la agenda del COP26, pero el cupo se llenó rápidamente. Entre jets privados, aviones comerciales, aviones presidenciales, vicepresidenciales, ministeriales y de multimillonarios filántropos como Jeff Bezos, abarrotaron el recinto aéreo como nunca se había visto. Esto sin contar el quiebre en tránsito terrestre que han significado las decenas de limosinas preparadas para transportar a los líderes políticos y empresarios hacia el lugar de las conversaciones.
Unos 200 países han enviado delegados a la COP26 para discutir cómo reducir las emisiones y limitar las temperaturas globales para que no superen los 1,5 °C. El gran ausente fue China, el país más contaminante del mundo que emite 9,8 mil millones de toneladas de CO2, lo que representa el 27% de las emisiones: está emitiendo más CO2 que Estados Unidos y la Unión Europea juntos.
Entonces, el evento mundial más importante en materia ambiental que busca comprometer la voluntad por un futuro con menos emisiones empezó con una huella gigante de carbono que muy cuestionada ha sido en las redes sociales, las cuales han tachado la situación de incoherente, por decir lo menos. Y es que el aforo de aviones ha sido tan dramático que varias aeronaves estando vacías han tenido que despegar inesperadamente de Glasgow para darle espacio a otras comitivas gubernamentales necesitando aterrizar en sus respectivos aviones privados.
Cabe resaltar que los jets privados generan más contaminación que los aviones, coches o trenes comerciales, y emiten dos toneladas de dióxido de carbono cada hora.
Sólo en el caso del presidente gringo Joe Biden, su equipo llegó al evento distribuido en 4 aeronaves distintas, incluyendo el Air Force One proveniente del G20 en Roma donde se reportó que su convoy presidencial terrestre fue de 85 camionetas blindadas. Según Green Peace, el mero desplazamiento del mandatario de Estados Unidos generará 2,2 millones de libras de carbono para llegar a la cumbre.
Entre los magnates empresariales que viajaron en sus jets privados estuvo Jeff Bezos, el fundador de Amazon, que utilizó su Gulfstream de 70 millones de dólares, casi 250 mil millones de pesos y cuya hora de vuelo asciende los 10 mil dólares sólo en combustible. A este le siguieron el príncipe Alberto de Mónaco y el príncipe Carlos de Gran Bretaña quien arribó en un jet MOD de 40 millones de dólares.
El primer ministro canadiense Justin Trudeau llegó en "Can Force One", un avión Polaris CC-150 de la Royal Air Force canadiense que es una variante militar del descontinuado Airbus A310-300. Su homologo israelí, Naftali Bennett, contrató un Boeing 737 comercial de El Al Israel Airlines para su viaje a Escocia. Por su parte, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, llegó en el nuevo avión Boeing 777-300ER del país, uno de los aviones presidenciales más grandes del mundo. Desde Londres, Boris Jhonson llegó en un Airbus A321 que contrató para reemplazar a su histórico Airbus A330.
Pero no todos los aviones necesariamente están adscritos a gobiernos como tal. Por ejemplo, Rolando González-Bunster, miembro de la junta directiva de la Fundación Clinton y director ejecutivo de InterEngergy Holdings, también llegó a la cumbre montado en un avión privado. Se trata de un Dassault Falcon 900 de 50 millones de dólares.
Entre las aeronaves parqueadas en el aeropuerto de Glasgow se resalta Jupiter, el enorme Boeing 767 de la flota presidencial colombiana, el cual fue escogido por Duque para transportarse desde Bogotá con su comitiva de ministros. Dicho avión es el único que tiene el Palacio de Nariño para transportar al presidente directo y sin escalas desde Colombia a Europa.
Según estimaciones de expertos, la flota de aviones privados que llegó a la COP26 generará 13.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), lo que equivale a la cantidad de CO2 que consumen más de 1.600 británicos por año.
Te puede interesar:
Esta es la lista de 149 personas que Duque quería que lo acompañaran a Glasgow, COP26
