La agresión ocurrida a la actriz Eileen Moreno ha levantado mareas de comentarios, opiniones y post en los últimos días. Oleadas de solidaridad con ella y de rechazo hacia él, aprovechados y condimentados por la prensa, que se ha hecho una fiesta con la atención que atrae el hecho de que se trate de dos actores, dos personalidades famosas. Ambos han puesto a disposición del público evidencias para defenderse en las que se nota que se trata de una relación tóxica que se había agriado desde hace tiempo. En este caso, solo las autoridades podrán determinar exactamente qué sucedió. No obstante, este intercambio de acusaciones ha provocado un debate nacional que también comienza a tornarse muy tóxico debido a que muchas personas han entrado en una dinámica de "guerra de sexos" a través de los hashtags #Niunamenos, #Niunomenos y #Nadiemenos. Desde mi punto de vista, esto demuestra varias cuestiones que deberían ser analizadas con detenimiento.
1. La persona que ha hecho la denuncia es una actriz y el agresor, un actor. Este solo evento implica una insana atención mediática que lleva a una simplificación bestial de la situación real. Los medios hacen eco (de un modo totalmente morboso que busca atraer la atención) de cada uno de los detalles de la situación, deformándolos y aprovechándose igualmente de la falta de pertinencia y tacto de las declaraciones de cada uno de los implicados. No obstante, no es una excepción, y no se destaca por ser particularmente diferente de los más de 100 casos de violencia contra las mujeres que se reportan en Medicina Legal todos los días. Lo único que lo hace diferente, insisto, es que los implicados son famosos.
2. Los medios de comunicación no hacen ningún análisis de la situación, con lo que esta información se deja a la libre interpretación de la gente, que con base en lo que tiene en mente (muchas veces son prejuicios, información incompleta, datos erróneos y lo peor, opiniones sin fundamento) elabora una serie de explicaciones que han conducido a una suerte de guerra de sexos, expresada en hashtags como #Niunomenos o #Nadiemenos. Estos dos mensajes desconocen por completo la situación de dominación discriminación y violencia histórica contra las mujeres, al tiempo que se mezclan diferentes tipos de violencia para intentar sostener el hecho de que los hombres también son víctimas o incluso, que sus casos son más numerosos.
3. Esa mezcla de tipos de violencia es quizá la parte más delicada y difícil, debido a que para entenderla en su justa dimensión se requiere leer y consultar estadísticas. En general se tienden a mezclar dos tipos de violencia que analíticamente son diferentes: la violencia de pareja en donde las mujeres son mayoritariamente víctimas, y la violencia interpersonal, en la que los hombres son los principales afectados. Esta diferenciación es esencial para entender por qué el hashtag #Niunomenos no tiene pertinencia con relación a la violencia de género, puesto que como lo evidencian las estadísticas de Medicina Legal, la situación de las mujeres en Colombia es dramática. Siete de cada diez mujeres son víctimas de agresiones por parte de sus parejas, mientras que solo 3 de cada 10 hombres lo son. Nuevamente, estas estadísticas son resultado de las denuncias en Medicina Legal, así como mediciones de la Organización Mundial de la Salud, para Colombia. Los hombres sí son víctima de actos violentos, y son los que más mueren, pero como resultado de violencia interpersonal, en la que habitualmente los agresores son otros hombres. No son agredidos y no mueren por el mero hecho de ser hombres.
El caso de la señorita Eileen es un caso paradigmático de violencia de pareja, en un país en el que según datos de medicina legal, en el 59,13 % de los casos las víctimas de violencia intrafamiliar son mujeres, mientras que en la violencia de pareja, el 86 % de las víctimas son mujeres. De hecho ellas son golpeadas por las más diversas razones, siendo los celos con mucha diferencia, la razón más citada. En muchos de los casos diarios de violencia contra las mujeres, terminan siendo asesinadas por sus parejas, como medida extrema de posesión. Sin embargo, el caso de la señorita Moreno, pese a ser paradigmático no es representativo. La mayoría de casos ocurren a víctimas pobres, anónimas. Y por esto último no es un caso que pueda citarse como emblemático, pues casos como los de Yesenia Barragán (quien se encuentra en cuidados intensivos desde el 26 de agosto de 2018, apuñalada por su compañero sentimental) o el de Celina Moreno Pérez (quemada con alcohol por su esposo el 27 de agosto de 2018 porque ella se negó a tener relaciones con el hombre cuando llegó borracho a su casa), son mucho más aberrantes y duros, pero reciben muchísima menos atención mediática. Porque ellas no son actrices.
Si bien el caso de Edinson Reyes, el hombre quemado en Santa Marta por su esposa por celos, fue igualmente aterrador, esto no puede conducir erróneamente a pensar que se puede emplear un hashtag como #Niunomenos, dado que si bien fue un caso de violencia extrema, las estadísticas así como las numerosas investigaciones desarrolladas al respecto, visibilizan una situación de clara desventaja social para las mujeres. Mientras 6883 hombres fueron agredidos por sus compañeras, 43055 mujeres lo fueron por sus compañeros.
No obstante es importante aclarar que el panorama de la violencia contra las mujeres supera ampliamente el escenario de la violencia de pareja.
Cuando decimos #Niunamenos, queremos decir que no queremos echar de menos a más mujeres asesinadas por sus compañeros, así como no aceptamos más mujeres discriminadas por serlo (consideradas el sexo débil, relegadas solo al papel de madres, señaladas de ser menos inteligentes, menos valientes, histéricas o un objeto de propiedad de su compañero). #Niunamenos no se puede reducir únicamente a que las mujeres no reciban golpes por parte de sus compañeros: Hace referencia a que ninguna mujer puede sufrir discriminación o morir por el hecho de ser mujer.
En lo que respecta a los hombres como víctimas, es necesario aclarar dos cosas: Los hombres son víctimas de agresiones, pero no lo son mayoritariamente en el ámbito de la violencia de pareja o en el hogar, sino como resultado de la violencia interpersonal. Esta hace referencia a un tipo de violencia más generalizado, que se puede presentar entre terceros por causas tan diversas como riñas, intolerancia o delincuencia. Las causas de la violencia interpersonal no se hallan en la naturaleza del hombre (no se le agrede por débil, por considerarlo menos inteligente, por considerarlo una cosa propiedad del agresor, o por causas ligadas a una discriminación histórica en su contra). Los hombres, son víctimas de violencia que tiene su origen en la incapacidad de manejar los conflictos sin llegar a las agresiones.
En el informe de Medicina Legal se aclara que los dos hombres son dos veces más vulnerables a este tipo de violencia. Y que los agresores son mayoritariamente, otros hombres, por lo regular, personas conocidas, del entorno de la víctima.
Resulta demasiado largo citar el resto de datos del informe de Medicina Legal, pero los contextos en los que se producen estas agresiones, por lo regular son riñas, atracos o ajustes de cuentas. Y los principales agresores son generalmente otros hombres. Para aquellos que tengan una buena comprensión de lectura, resultará evidente que no se trata de dos escenarios iguales y comparables. Los hombres mueren por razones relacionadas con intolerancia, con la prevalencia de comportamientos violentos en una sociedad. Si bien puede establecerse un vínculo entre estos comportamientos y un entorno patriarcal que exige de los hombres un determinado comportamiento "masculino" o claramente machista dentro de parámetros definidos, no es esta entrada de blog el lugar para desarrollar este planteamiento.
En suma, las mujeres son víctimas de agresiones violentas dentro de sus hogares (espacios en donde deberían estar protegidas y temer menos por su vida) y por el mero hecho de ser mujeres, mientras los hombres son mayoritariamente víctimas de acciones violentas en la calle y otros espacios, por razones que van desde las riñas hasta la delincuencia. Esta distinción, que parece ser poco importante, en realidad es esencial para comprender por qué el hashtag #Niunamenos no pone a las mujeres a competir con los hombres por niveles de victimización: evidencia una estructura social que deja a las mujeres en una condición social que las expone a hechos de violencia en el entorno que debería representar para ellas un espacio de protección. Y cuando ellas son victimizadas en la calle, lo son la mayoría de las veces por el hecho de ser mujeres (tocamientos, acoso, violaciones).
En el caso de los hombres sería necesario hacer un llamado a la reducción de la violencia interpersonal, de las riñas, los ajustes de cuentas, las venganzas y los hechos de intolerancia, que en Colombia cobran hasta 25 mil víctimas al año, uno de los índices más altos de la región. La inmensa mayoría de ellas, anónimas, no son actrices, ni actores, y por ello no se les da importancia.
En conclusión, el gran problema en el caso de la señorita Eileen Moreno no es que sea mujer, o que los casos de violencia contra hombres no se visibilicen: el asunto es que ella es actriz, y la prensa está haciendo lo que puede para exprimir de este hecho hasta el último gramo de publicidad. Si ella fuera pobre muy pocas personas estarían manifestando solidaridad. Es más, en este momento en que debatimos ridículamente en internet, están golpeando a una mujer en su casa, pero a nadie le importa porque no es famosa. Una mujer es maltratada cada 25 minutos mientras otra es asesinada cada 3 días. Un hombre es asesinado por su pareja cada 15 días, siempre según datos de Medicina Legal. Y nadie se tapa la cara en Instagram o se manifiesta en redes por estos hechos porque son víctimas pobres y anónimas. Pero además son casos tan numerosos que tendríamos que colocar la cara tapada con ambas manos como foto de perfil para dejarla todos los días. Como lo manifestó una experta en el tema: ya hace parte del paisaje. Solo llama la atención cuando se trata de famosos y los medios hacen mucho ruido.
#Niunamenos no se reduce a las agresiones de pareja. Hacer eso es desconocer la historia de discriminación sufrida por las mujeres, de lo cual es testimonio las fechas muy recientes en que ellas pudieron votar y convertirse en ciudadanas (para el caso colombiano, 1957).
"Expertos coinciden en que no es que se les dé más importancia a las mujeres que sufren violencia de pareja, solo que el problema es mayor para ellas" Esta frase resume lo que el hashtag #Niunamenos quiere decir.
Quizá el mensaje #Nadiemenos podría reunir estas dos realidad, pero, insisto, no se pueden pasar por alto las sutilezas que las hacen diferentes. Quizá el mejor hashtag que debería ser la conclusión de todo esto es que #Necesitamosleermas.
Y necesitamos ser menos violentos, justificar menos la violencia, venga de donde venga.
Fuentes
Informe Medicina Legal Forensis 2017