A las 5:36 de la mañana del miércoles 22 de agosto de 1979 el mecánico de aviones Armando Nieto Jaramillo, de 22 años, entró al hangar de Satena en el aeropuerto El Dorado y se robó el avión HK-1101. Media hora después terminó estrellándolo en el barrio donde él vivía con sus padres, en el sur de Bogotá.
AL parecer, según las investigaciones de aquel entonces, lo que el joven técnico quería hacer era matar a sus papás, con quienes se decía tenía grandes diferencias.
Ninguno de los operarios de Satena se había dado cuenta de que Armando Nieto Jaramillo se había subido al avión. Solo se percataron que algo raro estaba pasando cuando esta aeronave, que ese día tenía itinerario para viajar a Medellín, prendió el motor y salió del hangar.
Aunque el mecánico no era piloto, lo poco que sabía sobre volar aviones lo había aprendido al lado de la tripulación mientras trabajó en Satena. Constantemente viajaba en la cabina al lado del piloto y el copiloto y allí observaba cómo movían sus instrumentos y palancas para despegar y aterrizar.
Antes de despegar con dificultad fue el mismo Armando Nieto Jaramillo quien le contó a la torre de control que él tenía el avión secuestrado. "Soy el suboficial tercero Nieto de la Fuerza Aérea, no intenten nada, este avión está secuestrado y estoy armado", fueron sus palabras.
La aeronave despegó con torpeza y tomó rumbo al norte, luego corrigió el rumbo y fue hacia el sur de la ciudad. Llegando al sur de Bogotá, el hombre bajó el avión y pasó a menos de 50 metros de las casas del sector cercano al barrio Marco Fidel Suárez, donde vivían sus padres y terminó estrellándose contra una montaña de la zona. La falta de pericia no le permitió lograr su cometido.
Armando Nieto Jaramillo murió instantáneamente. En el hecho también murieron dos personas más: Óscar Armando Romero Acosta, un joven de 17 años que se estaba bañando para ir a estudiar, a quien una hélice del avión lo destrozó; y Irene Morato de Ávila, una mujer de 65 años a quien la fuerza del viento que generó el avión lanzó contra la pared del frente de su casa.
Nadie supo nunca cuáles fueron las verdaderas causas que llevaron al mecánico a robarse el avión, a matar a sus papás y a suicidarse. Solo se saben que había sido despedido de Satena ocho meses antes por malos comportamientos que llevaron a determinar que tenía problemas mentales.