Luego de las elecciones presidenciales, de la avalancha de críticas, e incluso una campaña pidiendo su renuncia a Univision, Jorge Ramos rompió el silencio y, seguro de haber solo cumplido con su labor de periodista, hizo un balance sobre su trabajo cubriendo las elecciones. Habló de sus errores, sus aciertos, y detalló por qué y en qué se equivocó al no haber visto que Donald Trump terminaría siendo el próximo presidente de Estados Unidos.
El periodista de Univision participó de la Feria del Libro de Miami, en donde presentó nuevamente su último libro ‘Sin Miedo, Lecciones de Rebeldes’, basado en 20 entrevistas a diferentes personalidades. Allí, Ramos rompió el silencio sobre su enemistad con Trump y su comportamiento como periodista en estas pasadas elecciones. Respondió nuestras preguntas y las de otros participantes de la charla.
“Yo se que muchos piensan que soy enemigo de Donald Trump. En muchos sentidos lo fui y lo sigo siendo, pero eso no significa que sea partidista, que no respete que hay muchas personas que votaron por él y que va a ser el próximo presidente. Así que todos nos merecemos respeto, vamos a tener que convivir 4 años con él”, comenzó diciendo Jorge Ramos.
Aquí un resumen de todo lo que compartió:
ANTES DE ENFRENTARSE POR PRIMERA VEZ A DONALD TRUMP:
“Lo que hice fue, tontamente, enviarle una carta manuscrita. Hacía años que no lo hacía y se me ocurre la gran tontería de enviársela a Donald Trump… Sabía la dirección porque un amigo me la dio y pongo mi teléfono celular. Estaba peleando con Univision porque no queríamos pasar Miss USA, publica mi celular (Trump) y he recibido cientos y cientos de llamadas insultándome y otros mucho peor, pero curiosamente la mitad eran para pedirme cosas, algunos eran cantantes y querían que escuchara sus canciones, otros tenían un libro que vender, otros querían saludarme. Al final no fue tan malo, gracias a Donald Trump tengo nuevos amigos (risas).
“Hicimos un plan vimos dónde iba a dar una conferencia, vimos que la iba a dar en Iowa, vimos que en esa conferencia iba a ver menos periodistas que en Los Angeles, New York o Miami, tuvimos razón, y llevamos varias cámaras. Me puse un micrófono para asegurarme el audio porque la televisión no pasa así nomás, hay que inventársela, hay que crearla… Yo lo había estudiado y sabía que interrumpe todo el tiempo, cuando algo no le gusta empieza con ‘excuse me, excuse me’, y lo calla a uno. Hice tres cosas: ponerme el micrófono para que se escuche el audio, hacer la pregunta de parado, yo quería que visualmente tuviéramos el mismo nivel… Y tercero, iba a decir mi pregunta hasta el final, y no iba a dejar que me interrumpiera. Con lo que yo no contaba era con que leyendo los labios iba a darle una señal al guardaespaldas, y me iba a sacar de la conferencia de prensa”.
POR QUÉ SE EQUIVOCÓ:
“Muchos periodistas, yo personalmente, nos equivocamos en lo siguiente: en el voto blanco, no supimos medir el resentimiento, el enorme resentimiento que hay en muchas parte de Estados Unidos. Resentimiento de no tener los trabajos que quieren, o los salarios que quieren, y también sobre los blancos que en el 2044 van a ser minoría y que no quieren ser minoría… Nosotros sabemos lo que es, pero los blancos no están acostumbrados a compartir su país con nosotros. Y éste es nuestro país, no de ellos, nuestro. Ese resentimiento no lo vimos nosotros, y Donald Trump sí lo vio, creímos en las encuestas y nos equivocamos…
“Yo me equivoqué con el voto latino. Yo creía que 12 ó 13 millones de latinos iban a decidir una elección y el argumento que yo tenía es que en esa época, con tantos latinos, con tantas minorías era imposible llegar a la Casa Blanca sin el voto latino. Resulta que uno de cada tres latinos votó por Donald Trump, el 29% sin que nos diéramos cuenta. Quizás el tema migratorio para ellos no era tan importante, o el tema cubano era más importante, y hay que reconocerlo, y es muy legítimo. Quizás para ellos romper con la dictadura era más importante que el problema migratorio… Había gente que estaba totalmente desilusionada con Hillary Clinton o con las promesas demócratas. Si vamos sumando todo esto eso, explica el voto secreto de los latinos a Donald Trump. En eso nos equivocamos: en el voto latino, en el voto blanco, en las encuestas”.
LAS CRÍTICAS A SU FORMA DE ENFRENTAR A DONALD TRUMP:
“Creo que estamos obligados los periodistas a enfrentar a los que tienen el poder, o buscan el poder. Cuando hay casos de racismo, discriminación, corrupción, dictaduras o violaciones a los derechos humanos, estamos obligados a tomar posición. A mí no me contrataron para sostener un micrófono o ser una grabadora, me contrataron para cuestionar a los que tienen el poder, y en este caso me tocó enfrentar de diferentes maneras a Donald Trump. Esto es muy importante para los niños, para mis hijos y los adolescentes. El hecho de que haya ganado esta elección no significa que lo que él ha dicho de los inmigrantes y mujeres es cierto, no significa que porque él ha dicho que por ser estrella puede agarrar a las mujeres de la vagina sea correcto, eso no está bien, eso no significa que porque él cree que los inmigrantes mexicanos son violadores que esté bien, eso no significa eso.
“Ganó la elección, y la ganó correctamente, pero no significa que las cosas que ha dicho de los inmigrantes, de los musulmanes y de las mujeres sean correctas. Mi labor como periodista es enfrentarlo en esas cosas, y lo seguiré haciendo hasta las últimas consecuencias. Respeto profundamente a los que votaron por él, son cuatro años muy largos. Hay una palabra preciosa en español que es ‘contrapoder’. Ésa es nuestra labor como periodista, estar del otro lado del poder”.
“Trump no es mi amigo, ni soy amigo de él. Y si los periodistas tenemos que escoger entre ser amigos o enemigos del entrevistado, me parece que al final hay que escoger ser enemigos porque para esa es la labor del periodista. No saben la cantidad de mensajes que odio que estoy recibiendo en Twitter y en Facebook, pero ¿y si no para qué?”
EL BALANCE DE SU LABOR COMO PERIODISTA CUBRIENDO LAS ELECCIONES:
“Debimos haber visto más cosas que no vimos, debimos estar abiertos a otras opiniones, ahí nos equivocamos. Por otro lado creo que la prensa latina hizo muy bien su labor, cuando escuchamos racismo lo denunciamos desde el principio, cuando toda la prensa en inglés se quedó callada nosotros lo detectamos inmediatamente… Pero no vimos el otro Estados Unidos”.
“Mi trabajo es solo como periodista, nunca soy partidista, ni he apoyado a un partido político, ni a un candidato, ni lo hago tampoco por televisión, y mi única labor es hacer preguntas… A veces le tocaron a Barack Obama, y a veces le tocaron a Donald Trump, a Hillary le pregunté de los e-mails. Yo creo que nuestra labor de periodistas es hacer preguntas aunque no les guste, y a veces me acusan de una cosa y a veces me acusan de otra”.
“Hay muchas cosas que debo corregir, pero creo que debemos ver más allá de nuestros amigos. Debimos haber ido a Michigan, Iowa, Ohio, donde estas conversaciones no ocurren. Y debemos tener los ojos abiertos como periodistas a otros que no son como nosotros”.
SOBRE LOS PEDIDOS DE RENUNCIA:
“Desde un principio expliqué que mi hija estaba trabajando en la campaña de Hillary Clinton, y esa fue una decisión de ella, admiro lo que ha hecho Paola, admiro los jóvenes que se involucran en la política… Mi labor como periodista es cuestionar de un lado y de otro, y mi plan es seguir haciéndolo“.
”El viernes hice el noticiero y no tuve ningún problema, ya veremos... El noticiero tienes 2 ó 3 millones de personas (que lo miran), pero en Facebook puedes llegar directamente, el mundo está cambiando muchísimo”.
LO POSITIVO PARA LOS LATINOS:
“El voto hispano no pudo evitar que Donal Trump llegara a la Casa Blanca, pero pasamos de 19 congresistas a 34, de 3 senadores a 4, tenemos por primera vez a una senadora latina. Gracias al voto latino se definieron los estados de Arizona y Nevada, y el sheriff Joe Arpaio ya no es sheriff. La verdad nos creíamos más poderosos, todavía no lo somos… La única manera de confirmar esto es saliendo a votar, y si tuviera un mensaje para ustedes es que no se dejen, salgan a hablar. Las generaciones anteriores creían que el silencio era su protección y tenían razón, pero las cosas han cambiado y en esta época hay que hablar”
*Por: Mandy Fridmann. Retomado de ElDiarioNY. Publicado originalmente 14 de noviembre.