A pesar de ser un liberal de la cuerda de Horacio Serpa, los vínculos del ex alcalde de Bucaramanga Luis Francisco Bohórquez con la iglesia cristiana Maniantal de vida pesaban en su vida más que cualquier cosa. Se casó con su propia tía la pastora y fundadora de la Iglesia, Teresa Pedraza. Tuvo tres hijos con ella y aunque se separaron porque él tomó el camino de la política y ella siguió el altar, donde oficia ahora al lado de su nuevo esposo el también pastor Félix Méndez –ahora máximo jerarca- siguieron siendo una llave en los negocios y la política.
Esto ha quedado aún más en evidencia con las cajas de pruebas que entregó el alcalde Rodolfo Hernández a la Fiscalía y que confirman que durante su gobierno Luis Francisco Bohórquez le adjudicó contratos por $ 15 mil millones a la iglesia de su ex esposa y tía, Manantial de amor.
Los primeros en denunciar los excesos de Bohórquez fueron los periodistas de la Unidad investigativa del periódico Vanguardia Liberal en junio del 2016. Una denuncia que tuvo consecuencias mortales. Tres días después dos sicarios entraron a la sede de la iglesia en el popular sector de Café Madrid en Bucaramanga y mataron, mientras daba uno de sus sermones al pastor Oscar Leonardo Rodríguez, esposo de Rocío Méndez, a su vez hermana del jerarca Félix Méndez. Este, había sido favorecido en el 2012 con un contrato de $ 7mil millones, a través su empresa Einsa y con propósitos tan extraños como podar árboles, intervenir alumbrados construir muros de la ciudad.
Durante su alcaldía 2012-2015, el alcalde Bohórquez firmó 5 contratos por $ 17 mil millones con pastores miembros de la Iglesia Manantial de amor que tiene sedes en los populosos sectores de Café Madrid y la Cumbre en Bucaramanga, Girón y Piedecuesta en Santander, e incluso en Bogotá, Lima y Nueva York. Detrás no solo estaba su ex esposa la pastora Teresa Pedraza sino familiares cercanos a él o a sus hijos.
El primer contrato fue con la empresa Probaco por un valor de $ 482 millones y una posterior adición de 263 millones. La empresa fue creada por una prima de Bohórquez, Zayda Judith Cristancho Pedraza, y su tía, la también pastora de MDA, Blanca Marina Pedraza. El objeto del contrato tuvo que ver con el alumbrado público a pesar de que no tenía ninguna experiencia en ese ramo
El segundo contrato asignado por Bohórquez fue a Azarias SAS, una empresa nacida en la casa de Lucila Pedraza de Cristancho, tía del ex alcalde, el 22 de enero de 2013 con un capital de $70 millones. Legalmente la empresa le pertenece a Uriel Ávila Méndez, un maestro de obra que es fiel de la iglesia. Como Azarias también es conocido el pastor Leonardo Luna Escalante. Azarías suscribió dos contrato por un valor de $3.408’268.594 que tenían como fin modernizar el alumbrado público de las tradicionales carrera 27 y 15 a Tecnología LED.
El 7 de enero del 2011, con un capital de $ 50 millones César Augusto Mayorga Castellanos y Cesar Augusto Delgado Aparicio fundaron Scada Ingenieros Constratistas SAS. La empresa pasó a manos de Óscar Mauricio Benavides Toloza, fiel a la iglesia que a sus 31 años vive en el humilde barrio La Cumbre. Para adjudicarse los $2.620’421.796 que tenían como objeto poda de árboles e identificación de postes y luminarias, solo se presentó un solo proponente.
En el contrato aparece como coordinador administrativo el asesinado pastor Óscar Leonardo Rodríguez.
Con un capital de $ 12 millones Uriel Enrique Parra Hernández creó, como único accionista, la firma Agrelab SAS. En solo cinco meses este capital se multiplicó escandalosamente hasta los $1.000 millones. En este contrato de 2013 la empresa, con solo un año de haber sido fundada y sin experiencia alguna, se quedó con dos contratos de $873’222.967 para suministrar una asesoría técnica para labores de control de espacio público. Agrelab presentaba como director a Raúl Amaya, miembro de Manantial de Vida y como inspector auxiliar a Uriel Ávila.
El viernes pasado Francisco Bohórquez fue detenido por la Fiscalía. El propio Rodolfo Hernández, actual alcalde de Bucaramanga, quien había sido su aliado en las elecciones del 2011, llevó varias cajas al ente judicial que contenían las pruebas que enredaban a Bohórquez. La fiscalía lleva meses investigando el caso al que bautizaron como “Manantial de Amor”. Los delitos por los que podía ser condenado Bohórquez son el de celebrar contratos sin el cumplimiento de los requisitos legales, interés indebido en la celebración de contratos, peculado por apropiación, falsedad ideológica en documento privado y falsedad material en documento público.
Según el propio ingeniero Hernández, en el caso de Bohórquez y los contratos con Manantial de Amor, lo que se conoce solo es la punta del iceberg porque el entramado que está detrás es más grande de lo que cualquiera hubiera podido imaginar.