El senador del Partido de la U Jimmy Chamorro ha participado en 45 votaciones en las plenarias de este año, siempre disciplinado y positivo con la coalición de gobierno; con la Unidad Nacional defendiendo siempre, incluso en momentos difíciles, la implementación de los Acuerdos de paz. Así había actuado hasta el pasado 31 de octubre cuando se hizo a un lado de su bancada y voto No al Acto legislativo que prohíbe la conformación y financiación de grupos paramilitares en Colombia, además de legitimar el monopolio de las armas por parte del Estado, específicamente por la Fuerza Pública.
El de Chamorro, quien ha sido elegido senador cuatro veces desde 1994 cuando empezó militando en el desaparecido Movimiento Compromiso Cívico Cristiano, también conocido como el C4, fue un voto en solitario aunque con el mismo sentido de rechazo de la bancada del Centro Democrático que se retiró de la sala justo cuando iniciaba la votación. Tanto Chamorro como el Uribismo comparten los mismos argumentos con los que le dieron la espalda a la reforma legislativa.
Según el senador vallecaucano de la U, se está prohibiendo lo prohibido cuando lo que realmente se debió haber hecho era prohibir toda forma de violencia en Colombia. Sin embargo, lo que la reforma estaba buscando era, principalmente, la legitimación del uso de las armas únicamente por parte de la Fuerza Pública, esto, amparado bajo el principio de la No Repetición como base de la implementación de los acuerdos con las FARC. La segunda razón de Chamorro y Uribe es que quedaría implícito la legalización de la rebelión en Colombia. Según los senadores, es sin “duda alguna una concesión a las FARC” y va contra los intereses generales del Estado.
Con esta postura Jimmy Chamorro, quien ha apoyado todos los proyectos de ley tramitados a través del Fast Track, se acerca al expresidente a pesar de que en el pasado tuvieron un fuerte enfrentamiento en el Congreso cuando Chamorro, como presidente de la Comisión Segunda del Senado, le dio vía libre al debate sobre paramilitarismo en el que Iván Cepeda arremetió contra al recién posesionado senador Álvaro Uribe en el 2014. Uribe no se lo tomó nada bien y le dijo que no podía hacerle eso.
Y a pesar de que Chamorro determinó que Cepeda no podría mencionar directamente al expresidente, además de intentar hacerse a un lado en la discusión, le tocó presidirla y moderarla. Al final del debate, el senador vallecaucano terminó más involucrado de lo que él se imaginaba. Uribe lo acusó de traidor, pues antes le había pedido entrar al Centro Democrático e incluso estuvo en la convención del partido. Finalmente, Uribe se fue lanza en ristre contra Chamorro y lo señaló de haber recibido dineros del narcotráfico.
“Rechazo por mentirosas y calumniosas las alusiones del senador Uribe sobre la existencia de una relación de cheques que supuestamente yo habría recibido del narcotráfico”, dijo Chamorro. Además, lo amenazó diciendo que lo denunciaría ante la Corte Suprema de Justicia. “frágil favor le hace el doctor Uribe, con sus actuaciones y afirmaciones, a la búsqueda de la verdad, que tanto necesita nuestro país para alcanzar la paz y la equidad”, concluyó al final de la calurosa discusión que se dio en el Congreso.
Al final, ni Chamorro demandó a Uribe ni el expresidente presentó los famosos cheques. Los enfrentados decidieron no seguir sacándose los trapos sucios y dejaron la discusión ahí. Ahora, los dos parecieran estar del mismo lado por un tema que hace tres años los puso frente a frente.