Cuando finalmente aceptó la dirección de Planeación Nacional tras su frustrado intento de ser ministro de Hacienda, Simón Gaviria se apuntaló con un equipo de profesionales mujeres. Son el soporte técnico mientras el da la pelea política. Dos de ellas trabajaron con él en el Partido Liberal: Fabiola Páez, la asesora jurídica y Ángela Garzón, la hija del ex vicepresidente Angelino Garzón, la encargada de las relaciones con los gremios, los empresarios y las regiones.
A excepción de ellas dos, las demás cinco profesionales eran funcionarias de Planeación, algunas vinculadas de tiempo atrás, que venían incluso desde gobierno de Álvaro Uribe, cuando los directores fueron Santiago Montenegro, Carolina Rentería y Esteban Piedrahita.
El común denominador de las mujeres que conforman el equipo es el de ser economistas con estudios en las universidades de Los Andes y Javeriana y estudios de posgrado en el exterior. La presencia del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo no es ajena al equipo.
Mónica Parra Torrado, encargada de los Consejos de Política Económica y Social estuvo ocho años en el Banco Mundial, cuya representante a finales del gobierno Uribe fue precisamente la directora de Planeación Carolina Rentería. Mónica Parra también fue consultora del Banco Interamericano de Desarrollo.
Camila Aguilar Londoño trabajó con los tres anteriores directores del DNP durante el gobierno Uribe y de Santos, su responsabilidad es la política de Desarrollo Sostenible. Como las demás, se formó en el exterior con una maestría en Políticas Públicas y Económicas del The London School of Economics en Londres.
La encargada el tema de Desarrollo Social es Alejandra Corchuelo. Una economista de los Andes que regresó a Colombia después de obtener su maestría en París, desde donde también fue consultora del Banco Mundial.
Ángela Penagos, una de sus colaboradoras de José Antonio Ocampo en la misión Rural, graduada en la Universidad del Valle, es la responsable de la Dirección de Desarrollo Rural Sostenible.
Acorde con la realidad política del país, el Plan tiene un componente de asuntos relacionados con el proceso de paz que está en cabeza de Lina García, antropóloga de la Universidad Nacional y ex asesora de la Naciones Unidas, la embajada de Suiza y la agencia de cooperación Alemana, en el mismo tema.
Otra de las tareas fundamentales del Plan Nacional de Desarrollo es garantizar que las regalías que debe recibir el estado producto de la explotación minera, se recauden efectivamente. La encargada es Amparo García Montaña, una boyacense formada en la Escuela de Administración Pública –Esap- que trabajó en el Ministerio de minas durante el gobierno de Alvaro Uribe.