El que tal vez sea el más prestigioso premio de poesía que pueda obtener autor alguno en Iberoamérica lo ha obtenido una colombiana: se trata del premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y lo ha recibido la antioqueña Piedad Bonnett (1951).
De manos de la misma reina Sofía de España, la poeta y escritora recibió un galardón que comenzó en 1992 y cuyo propósito es reconocer el conjunto de la obra poética de un autor vivo que, por su valor literario, constituya una aportación relevante al patrimonio cultural común a Iberoamérica y España.
Algunos de sus poemas, como una de sus novelas (titulada Lo que no tiene nombre), tienen directa relación con la experiencia de haber vivido la enfermedad y el suicidio de su hijo Daniel Segura Bonnett, diagnosticado con esquizofrenia.
Pero el lado oscuro de sus experiencias no se limita a su testimonio como madre; la misma Bonnett ha asegurado en el marco de este reconocimiento que asume imposible ser poeta y no tener una mirada empática con la realidad… una consciencia que la han llevado a tratar temas sobre la pobreza, la enfermedad, la soledad del que emigra, y la memoria histórica de un país “muy violento y con mucha desdicha” como es Colombia
Aunque la noticia se conoció a mitad de año (en junio se conoce al designado), fue hasta ayer martes que la también dramaturga y crítica literaria recibió el premio en Madrid
Aparte del reconocimiento monetario (el ganador recibe un monto de 42.000 euros, es decir, 195 millones de pesos colombianos) el premio es de gran prestigio pues al ser la elegida para 2024 se suma al colombiano Álvaro Mutis, quien lo obtuvo en 1997, y a su vez, a la lista general de premiados del Reina Sofía que incluye a grandes nombres de la literatura mundial como Gonzalo Rojas (Chile, 1992), Mario Benedetti (Uruguay, 1999), Nicanor Parra (Chile, 2001), Juan Gelman (Argentina, 2005), Ernesto Cardenal (Nicaragua, 2012), Ida Vitale (Uruguay, 2015), Raúl Zurita (Chile, 2020), Ana Luisa Amaral (Portugal, 2021) y la más reciente, Gioconda Belli (Nicaragua, 2023).
Con esta designación Colombia deja el grupo de países con un solo ganador: España tiene 14 galardonados, le siguen Chile, Portugal y Nicaragua con 3, y Uruguay y Colombia con dos.
En el acto de reconocimiento se lanzó la antología ‘La oscura disonancia’, obra que reúne más de 200 poemas que constituyen la presentación de su producción poética y que ha sido editada por la Universidad de Salamanca, como es tradición con el premio.
Como quiera que sea, a partir de ahora el nombre de Piedad Bonnett queda inscrito en el listado de oro de la literatura iberoamericana y el continente estará en capacidad de conocer la obra de la autora nacida en el municipio antioqueño de Amalfi, pues además de su antología se preparan jornadas académicas y un estudio sobre su obra a cargo de un profesor de la Universidad de Salamanca.
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