Los ataques a las instalaciones de RCN Radio durante las manifestaciones estudiantiles del 10 y 17 de octubre por parte de algunos desadaptados son métodos fascistas (el fascismo es hijo del marxismo) que buscan aplastar la libre expresión, el cual es un derecho humano universal.
La libertad de expresión y de información son pilares de la democracia. Lastimosamente son permanentemente atacados por el odio de sectores totalitarios que solo quieren ver y escuchar lo que les conviene. Por ello acuden a la irracionalidad, subrayando que en algunas universidades públicas todavía aparece en sus muros como emblema la imagen del Che Guevara, quien es considerado uno de los principales predadores de la libertad de prensa en Latinoamérica en todos los tiempos. No más recuerden cuando decía: “Hay que acabar con todos los periódicos. Una revolución no se puede lograr con la libertad de prensa”.
Ahora bien, en el caso colombiano es pertinente recordar que durante las negociaciones de La Habana, los cabecillas de las Farc hablaron de un triconflicto donde se incluían los medios de comunicación. El socialismo del siglo XXl ha tomado en Latinoamérica como enemigo principal la libertad de expresión, la que denomina el oligopolio mediático, ya que es muy bien conocido que en los regímenes marxistas —como Cuba, Norcorea, China, Vietnam y desde luego Venezuela— no existe la libertad de expresión. Las camarillas que gobiernan a esas naciones no admiten el debate ideológico, pues es sabido que la doctrina marxista que las orienta no tiene ni vigencia ni defensa, y por eso la represión y el crimen es el común denominador del comunismo.
Fidel Castro, que fue junto a Hugo Chávez el principal mentor del neomarxismo en la región, decía que había que ganar la batalla de las ideas. Sin embargo, sabiendo de quien proviene esa expresión se entiende que no es mediante la lucha ideológica, sino persiguiendo con saña y muchas veces hasta con la muerte a los contradictores. Por ello en Colombia los grupos terroristas de las Farc y el Eln han sido enemigos de la libertad de prensa, de ahí han surgido las amenazas y los crímenes en contra de varios comunicadores.
Los gobiernos del socialismo del siglo XXI que aún existen desde hace años vienen implementando la persecución y eliminación de medios de comunicación que no son afectos a sus intenciones absolutistas. Eso ha ocurrido con el chavismo en Venezuela que ha cerrado periódicos, emisoras y canales de televisión, teniendo un caso significativo con el cierre de RCTV (Radio Caracas Televisión) en 2007, a lo que se agrega la ley de medios en Argentina que promulgó en su momento la expresidenta Cristina Fernández.
Además, a lo anterior hay que sumarle la virulenta persecución de Rafael Correa a la prensa y a los comunicadores que no estaban bajo su égida en el Ecuador, y la de Evo Morales en Bolivia y Daniel Ortega en Nicaragua. Esto denota claramente las intenciones del castrochavismo para amordazar la libertad de prensa.
En 54 años de conflicto propiciado por las guerrillas comunistas de las Farc y el Eln en Colombia para tomarse el poder, el periodismo ha sido una de las principales víctimas de esas bandas armadas. Resaltando que las amenazas han salido directamente de los más importantes jefes, como ocurrió en la negociaciones del Caguán, en donde el propio Tirofijo le hizo advertencias a los comunicadores, o en las negociaciones de La Habana en que los cabecillas guerrilleros arremetieron en contra de los medios declarándolos parte del conflicto, siendo eso un método maquiavélico para evitar la neutralidad, porque el reduccionismo marxista no permite que existan otras voces, como si los seres humanos fueran un simple rebaño.
En Colombia es verdad que los propietarios de los principales medios de comunicación son grupos económicos, pero con la irrupción de las redes sociales y nuevos periódicos en la web con el internet dichos medios han venido perdiendo espacio. Así que el problema ya no es con monopolios, sino que con capacidad y calidad es que se logra llegar a la población.
Hay que aclarar que para los miembros de la secta marxista, el problema de los grandes medios no es con los propietarios que pueden invertir perfectamente en negocios lucrativos en países comunistas como China y Vietnam, sino que el objetivo marxista es amordazar al periodismo libre e independiente, que se ejerce autónomamente y de manera seria por parte de la mayoría de los comunicadores. Como las bases del comunismo totalitario son la mentira y la violencia, que están en las antípodas de la verdad, por eso atacan a los medios que no son afectos a sus aleves intenciones.
En consecuencia, es necesario ante los ataques a la libertad de prensa provenientes de las fuerzas totalitarias buscar la solidaridad de organismos internacionales como la Unesco y Reporteros Sin Fronteras, y promover movilizaciones para defender la libre expresión. La libertad de prensa puede estar en peligro ante la estratagema trazada por el socialismo del siglo XXl y el Foro de Sao Paulo para acallar con la fuerza bruta a los medios de comunicación en Colombia que no comparten sus torvos planes, ya que en la guerra de ideas el marxismo-leninismo está derrotado, y por ello sus miembros se chiflan cuando se les plantea el debate ideológico.