La Autoridad Tradicional Wayuu de la zona de Winpiraren, zona de Manaure, La Guajira, le entrego el día primero de junio de 2015 al presidente Juan Manuel Santos un documento que título “Manifiesto Wayuu”. Su contenido es muy valioso porque muestra una visión de los indígenas hacia el futuro, creo que estas palabras que le enviaron al presidente, si se aplican, serán las semillas del verdadero cambio.
REPUBLICA DE COLOMBIA
DEPARTAMENTO DE LA GUAJIRA
MUNICIPIO DE MANAURE
RESGUARDO DE LA ALTA Y MEDIA GUAJIRA
ASOCIACIÓN DE AUTORIDADES TRADICIONALES WAYUU DE LA ZONA DE WINPIRAREN
Manaure, 1 de Junio de 2015
Doctor
JUAN MANUEL SANTOS CALDERÓN
Presidente de la Republica de Colombia
Cordial saludo,
En nombre del pueblo wayuu de La Guajira y de las demás etnias wiwa, kogui, arhuaco y kankuamo que habitan este territorio le doy un cordial saludo y la bienvenida a esta tierra ancestral que también es Colombia y que tiene por honor encabezar el mapa de este inmenso país que usted tiene a bien dirigir.
Su visita es muy importante para nosotros, es una oportunidad para que se mezcle con nuestra etnia, para que pueda ver con sus propios ojos como vivimos, cuales son nuestros sueños y sobre todo, para que pueda ver y verificar cuales son nuestras angustias y necesidades, las cuales están acrecentadas por la escasez de alimentos, la pobreza extrema, el cambio climático, y lo peor, la ausencia de oportunidades.
Los indígenas somos gente de bien, que queremos mirar al futuro, que queremos crecer como han crecido otras regiones, que queremos fórmanos y criar a nuestras familias en medio del bienestar, pero que estamos limitados por múltiples variables, la mayoría históricas, otras coyunturales, otras por decidía y negligencia, propias y ajenas, que no han logrado ser superadas.
Sobre la materia, quiero aprovechar para enumerarle algunas de ellas en el siguiente manifiesto sobre las cuales le pedimos, como máximo mandatario de los colombianos, nos brinde su apoyo total e irrestricto:
MANIFIESTO WAYUU
CUANTOS SOMOS:
Señor Presidente, uno de los grande problemas que tenemos es no saber cuántos somos ni donde estamos, por lo tanto difícilmente se puede garantizar los derechos que nos confiere la Constitución, el ICBF adelantó una micro focalización de una pequeña parte de la Guajira, y el Departamento está por iniciar una segunda etapa de este proceso que permitiría incrementar esta cobertura, con ellas se podrá comenzar a medir realmente cual es nuestra situación actual, y determinar qué población está en riesgo, sin embargo, quiero decirle que no somos pocos, no somos cien, ni mil, o cien mil, en la realidad podemos estar alrededor de los 600.000 indígenas entre las 5 etnias originarias de la Guajira, la inmensa mayoría dispersa en todo este árido territorio, lo que hace aún más difícil su atención, por ello, es necesario que tanto la nación, el departamento, las alcandías y demás entidades del Estado desarrollen esquemas diferenciales, novedoso, de avanzada, para poder entender nuestra realidad y con base en ella desarrollar las acciones de impacto que se necesitan, y lo más importante, que nos involucren en los procesos de transformación, porque solo si como etnia asumimos responsabilidades y nos involucramos en los cambios que se deben hacer es que se podrá transformar esta dura realidad.
EL AGUA:
Señor Presidente, el agua en La Guajira es más valiosa que el oro, el agua es vida y su ausencia o escasez o su mala calidad no solo es causal del subdesarrollo sino la causa de penurias y sufrimiento.
El pozo profundo que usted está inaugurando el día hoy aquí en la Ranchería Sichichon es una clara respuesta de su gobierno de que es lo que se debe hacer, esto es una verdadera solución para las comunidades que habitan los alrededores, son soluciones a largo plazo, y le damos las gracias, lo mismo que las comunidades de Wimpiraren, Media Luna y Samutpiouu donde su gobierno ya hizo entrega real de estos “POZOS DE VIDA”.
Sin embargo, estos pozos solo benefician a lo que vivimos en sus alrededores, pero los que están alejados, que son la mayoría, no se benefician, es por eso que se requieren muchos más pozos, sabemos que los recursos no son ilimitados y que Usted debe atender a todo un país, y que otros también tiene necesidades, pero abogó hoy por toda mi etnia, para que con su sabiduría gestione más soluciones, para que busque la cooperación internacional, sabemos que hay muchas organizaciones que le pueden ayudar en esta titánica tarea, porque hoy estamos en una verdadera emergencia que promete repetirse todo el tiempo.
LA POBREZA EXTREMA:
Señor Presidente, lo que está acabando con nuestros niños son muchas cosas, pero sin duda la que más nos afecta es la pobreza extrema, somos miles y miles de familias, habitando una tierra seca, caliente y dura que es nuestra guajira, donde no hay empleo, donde no hay economía ni cadenas productivas, donde nuestros indígenas pasan meses y meses sin recibir un peso, si no hay empleo no se recibe salario, sino no se recibe salario no se compran alimentos, y si no se compran alimentos, nuestros niños, jóvenes y mujeres padecen hambre.
Necesitamos con urgencia transformar esta realidad, desarrollar sistemas innovadores que permitan que nuestra etnia sea autosuficiente e incluso que pueda generar excedentes para comercializar y así desarrollar una cadena productiva que dinamice la economía local y regional, los wayuu no queremos vivir de la caridad, de las ayudas humanitarias, que se repiten todo el tiempo, nosotros queremos ser productivos, articularnos al país, ayudarlo a crecer, pero para eso debemos desarrollar la región, no solo las ciudades, sino también el campo y nuestros resguardos, con el etnoturismo, con productos autóctonos, con la capricultura, con nuestras artesanías, en fin, con las pocas cosas que este desierto guajiro nos permite ofrecer.
Queremos dignificarnos, ser parte de las soluciones y no solo parte del problema, pero para eso necesitamos de su ayuda paras sembrar las semillas del desarrollo.
Queremos que nos involucren en los procesos de transformación, ser actores, que estos procesos generen empleo e ingresos entre nuestra población, solo así generaremos los cambios que necesitamos.
LA EDUCACIÓN:
Un pueblo que no se educa está condenado al olvido, y en la Guajira esto es una realidad.
Señor Presidente, la tasa de deserción del sistema educativo de Manaure y Uribia que es donde residen la mayoría de los wayuu es del 93%, esto quiere decir que de cada 100 niños que se matriculan en primero de primaria solo 7 niños se matriculan en grado once de bachillerato (fuente SIMAT).
En los últimos años y con el apoyo del Departamento, las comunidades nos hemos ido organizando, asumiendo responsabilidades y desarrollando programas EtnoEducativos para que dentro de nuestros valores culturales, pero siguiendo los lineamientos nacionales, tratemos de transformar esa dura realidad.
Gracias a ello hemos logrado llevar la educación a más y más niños, pero la lucha ha sido dura, las distancias, el hambre, la pobreza, la ausencia de carreteras, los programas de transporte y alimentación escolar que siempre son insuficientes hacen que aun así las deserciones sean muy altas.
Entre varias asociaciones de autoridades tradicionales estamos trabajando en programas EtnoEducativos, hemos puesto docentes cerca de las comunidades, con nuestros propios esfuerzos y escasos recursos hemos venido construyendo enramadas, incluso aulas, para atender a nuestros niños, pero sin embargo aún tenemos muchos niños que ni siquiera se matriculan, y otros que se retiran porque los programas de alimentación escolar no llegan, el trasporte escolar es insuficiente, y lo más triste, muchos están estudiando bajo árboles. Los pupitres los hacemos nosotros mismos, conseguidos que nos regalen los que muchos colegios desecha por estar dañados y los arreglamos, incluso ponemos transporte escolar, pero aún es insuficiente, y esto Señor Presidente se repite por toda La Guajira, en Nazareth, Shiapana, Bahía Hondita, Media Luna, en toda Manaure e incluso en Riohacha, y sábenos que todos los operadores educativos étnicos atraviesan las mismas dificultades.
A la Dra. Tatyana Orozco, Directora del DPS, lo mismo que a la Dra. Cristina Plazas, Directora del ICBF le hicimos llegar un diagnóstico con muchos registros fotográficos de una gran cantidad de escuelitas solo aquí en Manaure, y se me ha informado que tienen profundo interés en ayudarnos a transformar esta realidad, pero hoy le presento a usted copia de dicho informe para pedirle que sea usted como nuestro Presidente el que lidere estos procesos de garantizar el derecho a la educación de nuestros niños, abogando al tiempo por los niños de todos los demás municipios.
LA SALUD:
Señor Presidente, el país sufre por la muerte de nuestros niños a causa de la desnutrición, sin embargo, esta no es la principal causa de muerte de nuestra niñez, en el 2014 del 100% de muertes infantiles, el 16% fue por causa de la desnutrición, pero el 32% fue por enfermedades respiratorias prevenibles por el sistema de salud (fuente DANE), lo que indica que algo está fallando y debe ser corregido.
El sistema de salud no llega a nuestras comunidades, todos los servicios se prestan es en las ciudades, lo que hace que nuestros indígenas, cuya mayoría está en la línea de pobreza extrema no pueda acceder a estos servicios, y si llegan los servicios de salud muchas veces no se prestan con calidad y oportunidad.
La desnutrición debe ser atendida en forma universal con acciones de alto impacto, pero también hay que apuntar a la seguridad alimentaria a mediano y largo plazo.
Hoy en día muchos indígenas ya no quieren ir al médico porque nunca se les da solución real y oportuna a su enfermedad.
INFRAESTRUCTURA:
Me cuentan que hay departamentos donde cada pueblito, caserío, vereda y finquita tiene carreteras, muchas asfaltadas y construidas por el Estado, me resulta imposible de creer, puesto que en mi Guajira, en Riohacha, en Manaure, en Maicao y en Uribia, en nuestros resguardos con más de 600.000 habitantes no tiene una sola carretera construida por el Estado, solo tenemos miles y miles de trochas abiertas por nosotros mismos, que en invierno se convierten en arroyos y que nos aíslan del mundo, de tal forma que ni nosotros podemos salir a buscar ayuda ni el Estado puede llegar a llevárnosla.
Señor Presidente, sabemos que transformar esto no es fácil, pero es necesario hacerlo, porque los guajiros también somos colombianos, las vías traen desarrollo y la ausencia de ellas nos condenan al olvido. De nada sirve tener buenos hospitales sino los indígenas no pueden llegar a ellos por no haber carreteras.
Finalmente Señor Presidente, queremos invitarlo a tener un diálogo abierto y constructivo con las Autoridades Tradicionales Wayuu del Municipio de Manaure, queremos poder contarle como es la guajira que queremos, que usted conozca de primer mano cuales son las barreras que nos separan del mundo, cual es el ideal de territorio que queremos construir, como nos vemos articulados con la región y con el país, queremos que nos escuche, nos entienda y que sueñe con nosotros y eso solo se lograra si usted atiende nuestro llamado amigos y fraterno para que muy pronto podamos tener una Gran Asamblea con nuestra etnia en la cual podamos intercambiar conceptos y planear el futuro de nuestra región.
Muchas gracias.
MIGUEL PIMIENTA CUADRADO
Autoridad Tradicional
Representante Legal Asociación Autoridades Tradicionales
Wayuu de la Zona de Wimpiraren