Así no lo diga porque es un hombre prudente, concentrado sólo en el futuro y lejos de atormentarse por los fantasmas del pasado, Reinaldo Rueda tendrá revancha con la selección Colombia. La primera vez que defendió estos colores fue en el 2004. En ese momento Rueda acababa de sacar a la Sub 20 del mundial de Emiratos Árabes terceros, con un equipo en los que se destacaban Mcnelly Torres, Montaño y Edixon Perea. Ante el desastroso debut de las eliminatorias a Alemania 2006 del técnico Francisco Maturana, en donde, en los primeros cuatro partidos, Colombia perdió con Brasil y Venezuela de local, fue humillada 4-0 contra Bolivia en la Paz y se consiguió un empate contra la poderosa Argentina de Pekerman, Rueda tomó el mando de una selección que había conseguido 1 de 12 puntos posibles, una situación mucho peor de la que toma ahora cuando tiene 4 de 12.
La tarea era imposible, sobre todo teniendo en cuenta el material humano. Eran los tiempos de Totono, Barranca Herrera o Milton Rodríguez. No teníamos jugadores de jerarquía. Sin embargo se estuvo a punto de clasificar. Si se hubiera empatado contra Uruguay en este dramático partido, en donde los Charruas nos ganaron en el último minuto 3-2, se hubiera conseguido el milagro.
Los resultados de Rueda fueron muy buenos. En ese periodo 2003-2006, Reinaldo dirigió 43 partidos entre la eliminatoria a Alemania 2006, la Copa de Oro 2005 y la Copa América en 2004 (Cuarto Puesto). Ganó 18 encuentros, empató 13 y perdió 12. Tuvo un 51% de rendimiento. Sin embargo no se respetó el proceso y para las eliminatorias del 2010.
Lo echaron por la puerta de atrás y en su lugar pusieron a Pinto. Le impidieron hacer un proceso, arrancar una eliminatoria de cero, no tomando un equipo de otro. Por eso, Rueda, 15 años después, regresa sabiendo qué tipo de aguas debe remar y ya se blindó. En su contrato se exigió que se le diera continuidad automática para el mundial del 2026. Esperemos que todo salga bien.