Es un lugar común decir que RCN ha pagado un precio muy alto por su filiación a la política. El uribismo permeó la agenda del noticiero en la primera década de este siglo, una línea editorial que aún no termina. Varios periodistas han afirmado que se les exige a sus reporteros el estar con el credo uribista en la boca. El uribismo viene de capa caída y el final de la campaña presidencial, en donde el candidato más cercano a la doctrina del expresidente, Federico Gutierrez, no consiguió pasar a la segunda vuelta, es un reflejo de la decadencia que tiene este partido político en el país.
Esta posición le ha costado rating no solo en su noticiero sino en sus producciones. Con raras excepciones una novela de RCN o un reality pega en el canal de los Ardila. Una de ellas es Master Chef quien supera los 10 puntos de rating. Hasta que la plata nos separe en cambio no ha despegado. Apena hace 7 puntos a pesar de contar con un super elenco encabezado por Carmen Villalobos y Sebastian Martinez.
A la gente en el país le encanta la serie, les parece super chistosa, se ríen todo el tiempo con los chascarrillos o situaciones que plantean, los que la ven quedan enganchados pero el problema es que casi nadie la ve porque le tienen desconfianza al canal. La misma frustración vivió Enrique Carriazzo y su Doctor Mata en el 2014 y ni hablar de Santiago Alarcón en el 2018 con su Jaime Garzon o el Hugo Chavez de Andrés Parra en la novela El Comandante que no llegó a cuajar. Ahora tiene que vivir esto Sebastián Martínez quien además contó con la mala suerte de que Telemundo haya decidido cancelar el producto que se emitía para el publico latino en Estados Unidos.
Eso si, el año no ha sido del todo malo para Sebastian ya que la cosa va muy bien en Netflix y Pálpito, la serie que ha pegado y de qué forma.