Durante siete días el magistrado Alejandro Ramelli se internó en el cementerio Las Mercedes de Dabeiba para desenterrar el horror de la guerra. No era la primera vez que lo hacía. En dos diligencias pasadas, junto a la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP había encontrado 54 cuerpos de personas dadas por desaparecidas y falsos positivos presentados por el Ejército como guerrilleros en el Urabá antioqueño. Esta vez, con indicaciones de un grupo de soldados, dio con seis fosas comunes.
El nuevo hallazgo estremeció a Ramelli y el resto del equipo del tribunal de paz: cuerpos inhumados dentro de bolsas negras, desnudos, con heridas de arma de fuego en la cabeza, totalmente fragmentados, unos con prendas militares y otros amarrados en las manos, pies y el cuello, en estado de total indefensión. Pero hubo que les generó aún más extrañeza, varios de ellos habían pasado antes de su sepultura por una necropsia.
#JEPenDabeiba: "Se reportó la existencia de 17 hallazgos forenses tras la ubicación de 6 fosas comunes. En numerosos casos los cuerpos inhumados se encontraban dentro de bolsas negras plásticas, desnudos y con heridas de armas de fuego en la cabeza": magistrado Alejandro Ramelli. pic.twitter.com/OXS2VQ52i2
— Jurisdicción Especial para la Paz (@JEP_Colombia) November 18, 2020
Como parte de las visitas del magistrado Ramelli y los cuerpos hallados en el Cementerio de Las Mercedes, 14 miembros de la fuerza pública, de distintos rangos, incluidos Comandantes de Batallón y Brigada, confesaron delitos que antes no habían sido investigados por la justicia ordinaria.
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