Por allá en los 70's un grupo de bandidos honrados decidieron formar el M-19, un grupo al estilo de la banda del profesor de la casa de papel, que deciden golpear al poderoso sistema corrupto después del fraude electoral en las presidenciales del 19 de abril de 197o.
Anunciaron su aparición por lo grande, no contaban con las pantallas gigantes en el centro de Madrid, pero en cambio si podían aparecer en los grandes periódicos del régimen pautando enigmáticos mensajes como "Falta de energía... Inactividad? espere", "parásitos... gusanos? espere", "decaimiento... falta de memoria? espere" o "ya llega", M-19.
El carácter tímido del profesor contrasta con el extrovertido Jaime Bateman, quien fue el comandante del M-19, más bien coincidían en su carisma y astucia que les permitía conocer las debilidades de los militares y darse el lujo de pasearse por sus narices. Había un batallón de 100 hombres dedicado exclusivamente a buscarlo. Bateman sin embargo se dio el lujo de ir a una guarnición militar a sacar un salvoconducto para portar armas.
O como cuando al mejor estilo de la primera temporada se meten en el más grande depósito de armas del ejército colombiano a través de un túnel de 80 metros que construyeron en 2 meses y fue financiado por los bancos. Si señor, los bancos sin saberlo le hicieron préstamos a una prestigiosa empresa de insumos médicos creada por el M-19 para adquirir las herramientas para la construcción del túnel.
Las fuerzas militares no perdonaban estas humillaciones y los miembros del eme que caían vivos en sus manos sufrian torturas peores de las que sufrió Río en la serie. Los grandes medios de comunicación lo sabían, pero ocultaron las torturas. ¿Que hace el profesor? Lo que haría el M-19: idear otro gran golpe con el único fin de denunciar las violaciones a los derechos humanos y negociar con el régimen la liberación de los torturados. ¿El banco de España? No, la embajada de República Dominicana: lograron tres millones de dólares y llamar la atención del mundo para que se supiera que en esta supuesta democracia se cometían igual o peores violaciones que en las dictaduras de esa época, pero a diferencia de Río, los presos del M-19 continuaron cautivos dos años más.
Eran generosos como los de la máscara de Dali, robaban y repartían entre los pobres. Crueles a veces, como cuando secuestraban a gente inocente y la ejecutaban o la dejaban morir en enfrentamientos con el ejército.