Uno de los grandes esfuerzos de los dueños de las oficinas es equiparlas. A los arriendos, que en Bogotá un local no baja de 3 millones de pesos, se suma surtirlo. Una mesa de juntas puede costar 3 millones de pesos y una silla 500 mil pesos. Por eso, es toda una tragedia que estos muebles se rompan cuando cumplen su vida útil.
Uno de los lugares de Bogotá donde usualmente se consiguen muebles a muy buen precio es la Carrera 80, justo a unos pasos de la famosa mezquita del barrio Polo. Por la construcción de un mega complejo residencial, muchos de esos locales han sido removidos, tumbados, acabados. Uno de los que funcionan es el de Daniel Bello, llamado Surtimuebles la 80.
Antes de subir el puente de la Ochenta se reparan sillas de oficina en ese lugar, cajoneras, archivadores, lockers y muebles de oficina. Una silla que en estos tiempos vale una buena cantidad de plata, aquí cuesta, al menos para pintarla, 10 mil pesos. Si por descuido o uso, un trabajador destruye una silla que vale medio millón de pesos, aquí se restauran en 40.000. Entre las cosas más caras para arreglar está un archivador que nuevo puede costar un millón de pesos pero que aquí se repara en 150.000 pesos.
Fuimos al negocio de Daniel Bello quien se queja porque son pocas las personas que se animan a arreglar los muebles de oficina. La gente prefiere comprar una silla de segunda, negocio al que ellos también le apuntan. En este video, vemos el esfuerzo de una familia que se dedica a un oficio que está en desuso debido a los precios que se pueden conseguir con sillas nuevas en lugares como Home Center. Pero estos artesanos, no dan su brazo a torcer.
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