Colombia está atravesando uno de los cambios políticos más importantes de la historia reciente: la mayoría de las personas ya no confían en el uribismo, que cada vez ve más desgastada su imagen; esto lo saben los señores detrás del poder, por eso ya tienen preparado su nuevo candidato.
En los últimos años, los partidos de centro han venido tomando mucha fuerza. De hecho, este movimiento político cada vez gana más popularidad entre las personas de clase media light que no quieren tomar partido, no en vano la Alianza Verde ha cogido fuerza, al igual que Sergio Fajardo, Claudia López y Jorge Robledo. Ellos se han ganado un lugar con su discurso de supuesto progresismo; sin embargo, aunque hablan como la izquierda, gobiernan como la derecha que siempre nos ha oprimido.
- Un Sergio Fajardo, nacido en cuna de oro y con vínculos extraños sobre los que no ha querido dar explicación, aunque no se preocupa por las marchas estudiantiles, es el candidato preferido por los jóvenes que aprenden de política por memes en redes sociales y piensan que la izquierda y la derecha son igual de peligrosas.
- Una Claudia López que solo busca sacar provecho de la crisis, contradiciendo a un ilegítimo presidente para ganar más popularidad en las encuestas, mientras busca demoler uno de los hospitales más importantes de América y destruir todo lo hecho por Petro. Una mujer que piensa que gritar la hace buena oradora y que habla de los derechos de los pobres, mientras gobierna con un estilo similar al de Peñalosa.
- Un Jorge Robledo que está acomodado en una posición de crítica contra el establecimiento; cuando al mismo tiempo dejó tirado el proyecto de cambio para el 2018, basándose en sofismas como "la toxicidad de Petro". Un ladino que nunca ha hecho nada para mejorar el país, un prepotente que no puede aceptar que nunca será presidente por más que se esfuerce.
Tenemos que abrir los ojos, ya no estamos en el 2002, el establecimiento ya le terminó contrato a Uribe. Debemos fijarnos muy bien en los sucesores de las políticas que nos han venido saqueando por años. El supuesto centro es el brazo izquierdo de la extrema derecha, que nos convirtió en un narcoestado que exporta la mayoría de la droga del mundo y nos tiene condenados a ser un país subdesarrollado.