Más de 700 días duró Andrés Felipe Arias, exministro de Agricultura, investigando en su sitio de reclusión en Miami sobre la cocaína como estabilizador macroeconómico en Colombia en el periodo 2015-2018.
Según el documento conocido por este servidor (Wilson Adrián Bonilla) y que fue apoyado y publicado por la Universidad Sergio Arboleda, "se concluye que la cocaína terminó siendo el verdadero estabilizador externo y macroeconómico de Colombia tras el desplome del precio mundial de los hidrocarburos en 2014. Se argumenta además que, ante semejante choque adverso a los términos de intercambio de la economía colombiana, fue la bonanza de producción y exportación de cocaína del cuatrienio 2015-2018 la que atenuó significativamente el retroceso que era de esperarse en su crecimiento económico, sus indicadores laborales y sus índices de pobreza y desigualdad".
Añade la pesquisa del exministro, hoy de vuelta al país, que "esta investigación ha intentado demostrar que la cocaína terminó siendo el verdadero estabilizador externo y macroeconómico en Colombia tras el desplome de sus términos de intercambio en 2014. Inclusive, el documento procura demostrar que, tras semejante choque, la bonanza de cocaína del cuatrienio 2015-2018 no solo estabilizó el sector externo de la economía colombiana, sino que también contrarrestó casi la totalidad del retroceso que era de esperarse en el crecimiento económico, el mercado laboral, los índices de pobreza y la desigualdad. No de otra forma se puede explicar tan reducido impacto sobre dichas variables de la economía colombiana ante un desplome de 50% en el precio mundial de su mayor generador de divisas; desplome que, como si lo anterior fuera poco, vino acompañado de una política monetaria y fiscal restrictiva".
El estudio se dio a conocer a finales de octubre y señala que las fuentes utilizadas para desarrollar la investigación fueron aprobadas por las autoridades estadounidenses. "En particular, el autor tuvo la oportunidad de convivir durante más de dos años con múltiples actores (e informantes ante las autoridades norteamericanas) de todos los eslabones del negocio de la droga en Colombia, a saber: productores de pasta básica y base de coca, empresarios-productores de clorhidrato de cocaína (“cocineros”), empresarios-exportadores de clorhidrato de cocaína, transportadores terrestres (en Colombia), transportadores marítimos (internacionales), contrapartes (socios o compradores) en los mercados centroamericanos, venezolano y europeo, agentes financieros encargados del blanqueo de capitales, prestadores de servicios de seguridad, prestadores de servicios de corrupción en entidades estatales colombianas. Esto sucedió en el Federal Detention Center (FDC) de Miami".
La investigación se llevó a cabo en un total de 737 días, que estuvieron distribuidos así: entre el 21 de agosto de 2016 y el 17 de noviembre de 2016 (85 días), y entre el 28 de septiembre de 2017 y el 12 de julio de 2019 (652 días).