En 1990, en plena época de la búsqueda incesante de Escobar, previa al encarcelamiento en La Catedral, se publicó un estudio sobre la extradición en una pequeña edición de mil ejemplares, escrito por el abogado Santiago Uribe Ortiz y titulada La Extradición entre Estados Unidos y Colombia. El interés del libro no estaba en un tema de derecho más bien técnico, sino en las siete páginas del prólogo escrito por Escobar.
Uribe Ortiz, amigo personal de Escobar, abogado de los extraditables y especialista en derecho administrativo, justificó en ese entonces la inclusión del prólogo. Señaló que el texto se limitaba a aspectos jurídicos y que le parecía interesante incluir la mirada de "una persona que haya vivido el problema emocional en carne propia".
Pues bien, el borrador del libro fue enviado a varias casas editoriales que lo rechazaron al saber que el autor había incluido el prólogo de Escobar. Aún así, el autor, para que no quedaran dudas sobre la autenticidad de la identidad del prologuista, al lado de la firma puso la fecha de agosto 25 de 1990 y la huella digital con la que Escobar legitimaba sus documentos; era entre curioso y desafiante que agregara a Medellín como el lugar donde el documento era firmado.
El prólogo de Escobar resumía en algo su pensamiento político.
"En ciento noventa y siete páginas debidamente documentadas y haciendo uso inclusive de argumentos extraídos del propio derecho penal norteamericano, el abogado Santiago Uribe Ortiz demuestra, hasta la saciedad, el carácter viciado de la llamada —extradición por la vía administrativa— .Convence, además al lector, de una manera fácil, de la falta absoluta de fundamento jurídico para sostener, como hacen algunos, que en Colombia desde hace más de un siglo es válida la extradición de nacionales colombianos hacia los Estados Unidos de América, por delitos vinculados a la actividad del narcotráfico. Sin embargo, hay un detalle que el autor ha omitido desde comienzo y que a mí me parece fundamental si se quiere examinar el asunto de extradición en Colombia de manera cabal: el aspecto político. En efecto, de nada sirven este tipo de argumentaciones brillantes, que se apoyan en normas jurídicas existentes en lo códigos y en las leyes vigentes, si se deja de lado el aspecto social y humano de la figura jurídica estudiada. La extradición no es simplemente una institución inválida inconstitucional o ilegal. La extradición es una infamia".
Luego de explicar esa idea, mencionaba que la Asamblea Nacional Constituyente no podía dejar la extradición como un fruto prohibido y que el presidente Gaviria estaba de acuerdo en utilizar este escenario para reglamentarla de una vez por todas. También aprovechaba para negar su participación en los crímenes de Galán, Jaramillo Ossa y Carlos Pizarro, que supuestamente fueron asesinados justamente por ser enemigos de la extradición. Así mismo, explicaba la guerra en Colombia como la lucha entre la oligarquía que intentaba mantener su poder contra fuerzas populares, usando como chivo expiatorio al narcotráfico.
Al final, Escobar cerraba diciendo: “Muy bonito y muy bien escrito ha quedado el libro del Dr. Uribe Ortiz. Quiera Dios que reflexionen los que hoy patrocinan estos actos de barbarie, y que entiendan que, como el abogado Uribe Ortiz lo demuestra en su obra, la única salida posible en tales casos es la conversación civilizada y el respeto eminente por los derechos de todos, y no la lucha desigual por las prerrogativas de unos pocos".
Referencias
Uribe Ortiz, Santiago. La Extradición entre Estados Unidos y Colombia.
Revista Semana. 19 de noviembre de 1990. Prólogo controvertido.