No es la ideología, es el sujeto y sus fantasmas. La idiosincrasia y sus demonios internos manipulan la conducta del individuo. En dos partes divido esta reflexión para entender el pensamiento de Javier Milei.
El diagnóstico macroeconómico de Argentina apunta al exceso de demanda de divisas que repercutió en la caída del mercado de bonos lo cual conllevó a aumentar la tasa de interés, desestimulando la inversión y la producción, cayendo la demanda agregada, lo cual conllevó al aumento de la inflación.
Por tanto, controlar el exceso de demanda de divisas, contribuirá a disminuir la tasa de interés, como mecanismo que induce a mayor productividad del sector privado. La fórmula está acompañada con la dolarización de la economía, la unificación del tipo de cambio, la privatización de empresas públicas, la eliminación o baja de impuestos y la reducción del gasto público.
Quién es Javier Milei, el excéntrico político que toma las riendas de Argentina
El pensamiento económico de este personaje se sustenta en la escuela austriaca, la otra cara del neoliberalismo que abogan por los mercados libres y pregonan el peligro de las intervenciones gubernamentales, expuestas incluso en los modelos de negocios emergentes, el diseño de políticas económicas y el derecho civil como laboral. Reza de memoria la vieja lección, de más de un siglo: la defensa a ultranza de la propiedad privada, la libertad individual, la economía libre de mercado y la exclusión del gobierno en la economía; hoy son bases endebles del statu quo:
- Está demostrado que la propiedad privada no es condición necesaria para crear valor, como lo han demostrado grandes empresarios cuando iniciaron sus emprendimientos, algunos casi sin patrimonio. El mismo Bill Gates, Zuckerberg y otros ricos, se opone a las herencias, y los terratenientes improductivos son esclavos de la tierra.
- La libertad, es una categoría más psicológica que económica, por ello, se convirtió en un artilugio demagógico de los populistas. La libertad la disfruta cada sujeto en función de su estabilidad financiera proporcionada por la capacidad de gestionar sus habilidades y el conocimiento. Es decir, si no tienes una tasa de ingresos superior a la tasa de inflación, siempre serás un esclavo del tiempo y del trabajo.
- En cuanto a la economía de libre mercado, es otra quimera utilizada por el demagogo. La libertad de mercado es relativa, es libre bajo un mercado de “competencia perfecta” o economías simples, sin embargo por la misma dinámica de la economía, aparece el mercado de “competencia imperfecta” con prevalencia del oligopolio y el monopolio transnacional, acompañado de la apertura de mercados en donde se mezclan agentes económicos pequeños con grandes pulpos internacionales, dando lugar a la ruina de los primeros y a la guerra de mercados entre grandes productores mundiales… justamente allí terminan la famosa libertad de mercados; los gremios de industriales con presencia en el Estado promueven políticas proteccionistas y emiten sanciones a los países que tratan de competir con sus industrias… es el caso de EEUU frente a China. Los monopolios son la antítesis de la libertad de mercados. Friedman y los neoliberales, jamás tuvo en cuenta la interferencia en la economía. Abogar por la libertad de mercados, es mero populismo.
- La intervención y reducción del Estado. Aquí hay un doble discurso. Por una parte se critica la ineficiencia pública como pretexto para entregar las empresas públicas a particulares, bajo el falso fundamento de la “eficiencia en el sector privado”, toda vez que dicho sector, no está exento de la corrupción. Por otro lado, estos países han sido gobernados por la derecha y manejados por sectores económicos influyentes con clara intensión intervencionista, favoreciendo los intereses de los sectores económicos a los cuales representa. El déficit comercial en Colombia, obedece al manejo del Estado de grandes importadores. A nivel internacional, los países latinoamericanos priorizaron a las empresas de origen angloparlante. Más tarde con la entrada de China a la OMC, aumentó el mercado de productos asiáticos, situación no esperada de EEUU, que ahora trata de contener con medidas proteccionistas.
Es decir, la plataforma ideológica de este sujeto, es tan vetusta como los fantasmas que gobiernan la personalidad maniática, egocéntrica y misógina… propia de un dictador de ultraderecha en pleno siglo XXI.
El problema no está en el pensamiento económico e ideológico sino en la psiquis de éste sujeto. La capacidad de acomodar la teoría en favor de sus deseos y tergiversar la realidad, es propio de personas llenas de odio y malvadas como Rafael Videla y Emilio Massera.
Este sujeto ha sido capaz, no de debatir, sino de insultar y agredir de la manera más cruel a quien se atreva a contradecirlo. Manifiesta un cuadro clínico propio de un psicópata al borde del delirio, sobre todo cuando escucha el término “comunista” y fácilmente se encoleriza con Keynes y con el Papa Francisco a quien se refirió como el “representante del maligno en la tierra”. Pero sonrió cuando recibió cheque del Estado argentino como asesor del genocida Antonio Bussi cuando este fue diputado en 1999.
En fin, otro lunático con el poder de las redes, gracias a su asesora de imagen la polémica influencer Lilia Lemoine, y al deterioro cultural de la sociedad, será otro Videla para Argentina, otro Netanyahu para América Latina y un Trump para el mundo. Videla era un cristiano virtuosísimo y para Martín Kohan, “ofrecía una imagen severa pero correcta; una combinación perturbadora de rectitud y criminalidad”. La rigidez ideológica de Milei, puede llevar a revivir el militarismo en Argentina.