La noticia del fallecimiento de Quino, creador del icónico personaje de Mafalda y sus amigos en las tiras cómicas, nos lleva a evocar las ocurrencias simpáticas con un toque de humor un tanto negro y crítico no solo hacia temas políticos, filosóficos y sociales, sino también económicos y empresariales.
Joaquín Salvador Lavado Tejón (Quino), humorista gráfico argentino, fue el creador de Mafalda y todo su entorno en un barrio cualquiera, de una ciudad cualquiera y de un país cualquiera de la inmensa Latino América. Mafalda. Creada en 1963 para una campaña de publicidad de una empresa de electrodomésticos que finalmente no se realizó, salió a la luz pública en tierras gauchas el 29 de septiembre de 1964 en el semanario Primera Plana.
La primera enseñanza que nos deja Mafalda con su frase “como siempre: lo urgente no deja tiempo para lo importante” es respecto al JIT, o Just In Time, la adecuada gestión del tiempo; tan cercana a la realidad hípertecnológica y súperconectada del mundo de hoy, llena de e-mails, reuniones, conferencias, mensajes, llamadas y redes sociales... un círculo de nunca acabar y del que difícilmente se puede salir airoso sin aplicar una adecuada metodología de gestión del tiempo como puede ser la matriz PIU, la cual consiste en clasificar las tareas pendientes en Prioritarias – Importantes – Urgentes, planeando y definiendo su tiempo de ejecución acorde a lo que su clasificación estima conveniente.
Por otro lado, Manolito, uno de los amigos de Mafalda, encarna el espíritu del emprendedor visionario, es el hijo del dueño de la tienda de abarrotes del barrio, siempre está con su sueño de empresario y proyectando desarrollar en su vida adulta un emporio estilo Rockefeller con una cadena de tiendas o supermercados similar a la que su padre tenía en esos momentos. Es decir, Manolito tiene en mente vender o replicar la franquicia cuyo modelo es la tienda de su padre, nada descabellado, si se contempla que el negocio de las franquicias hoy en día se lleva una tajada importante en la economía mundial.
En temas de marketing, se tienen los primeros pinitos de Manolito en esta área, al realizar sus campañas publicitarias que muchas veces no estaban acordes principalmente con la calidad y frescura de los productos ofertados, y no tenían el eco necesario en sus potenciales clientes.
Quino, el genial caricaturista argentino, utilizando un recurso típico de llevar situaciones reales a límites de situaciones absurdas, sin caer en la ridiculización explícita, quiso aportar su inmenso grano de arena para dejar mensajes que invitaron a reflexionar a la humanidad de esta parte del mundo respecto a la ética empresarial, CRM o administración del relacionamiento con los clientes, políticas de monopolio… ¿o antimonopolio?... enfoque de las campañas de publicidad…