En 2015 el entonces fiscal Eduardo Montealegre le confirmó al país que la entidad que él encabezaba había comprado un nuevo jet que quedaría a disposición suya y la de sus funcionarios para los traslados oficiales.
La compra de la lujosa aeronave, un Bombardier Learjet-60 modelo 2007, tuvo un valor de USD $ 13 millones aproximadamente después de que se accidentara el anterior avión institucional, un Super King 200 que prestó servicio durante 20 años, cerca a Bahía Solano, Chocó, y que fue obsequiado por el gobierno norteamericano recién se creo la entidad. Cuenta con una capacidad para diez personas y una autonomía de vuelo de hasta 4.500 kilómetros.
El fiscal Néstor Humberto Martínez lo utilizó incluso en viajes al exterior, como seguramente lo hará el recién posesionado fiscal Francisco Barbosa.
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