El azúcar es el combustible para las células del cuerpo humano por ser la principal fuente de energía, el cerebro consume entre 80 y 85 gramos al día para funcionar correctamente, esto quiere decir que con seis cucharaditas de azúcar para las mujeres, nueve cucharaditas para los hombres y cuatro cucharaditas para los niños mayores de un año es suficiente; sin embargo, según la American Heart Association en países como Estados Unidos se está consumiendo más de 22 cucharaditas al día, y se calcula que en Colombia estamos entre 8 y 15 cucharaditas al día, el doble de lo requerido.
Los carbohidratos simples como la glucosa y la fructosa son la principal fuente de energía para la células y se encuentran en las frutas y algunos vegetales que se pueden y se deben consumir de forma moderada para evitar alteraciones de la salud; pero el azúcar añadida, la que se utiliza en los alimentos procesados como los postres y gaseosas, o el azúcar refinado, el que le agregamos a nuestras comidas, no tiene valor nutricional debido a que no tiene minerales, no tiene proteínas, no causa saciedad, por el contrario aumenta el apetito cada que se consume porque estimula la producción de insulina encargada de regular sus niveles en sangre.
Dadas las cantidades tan altas de azúcar que se consumen hoy en día y tan baja la actividad física estos excesos de energía no se pueden quemar y el organismo los convierte en grasa para ser almacenados en el hígado y en los depósitos que ya conocemos como el abdomen, los brazos y las piernas. Esta conducta repetitiva es la que da origen todos los desórdenes de la salud relacionados con el abuso del azúcar.
El nutricionista británico John Yudkin, en su libro Pure White and Deadly publicado en los 70, sostiene que el azúcar y no las grasas era el responsable de las enfermedades cardíacas, diabetes, colesterol y obesidad y lo acusa de estar matándonos.
La conferencia "La amarga verdad" que el pediatra endocrinólogo de la Universidad de de California Robert Lustig dictó en 2009 sobre el azúcar, ha sido visitada hasta la fecha por más de cuatro mil millones de usuarios. Y un estudio del 2013 estimó que 180.000 muertes en el mundo podían atribuirse al consumo de bebidas endulzadas.
Una mala dieta es más responsable que el cigarrillo, el alcohol y el sedentarismo combinados en enfermedades cardiovasculares diabetes y cáncer.
El médico Robert Lustig define a la fructosa hecha en laboratorio como un veneno y un error consumirla ya que ha sido asociada al sobrepeso infantil, demencia, Alzheimer, presión y colesterol altos.
El azúcar bloquea la sensación se saciedad en el cerebro, genera pérdida de memoria, disminuye las probabilidades de sobrevida en casos de cáncer, altera la estructura del colágeno en la piel favoreciendo el envejecimiento prematuro y el acné, al tiempo que dificulta la cicatrización en los casos de cirugía o trauma. Por esta razón los pacientes que va a ser operados deben hacer una desintoxicación previa de sus sistemas básicos para la eliminación de toxinas como el azúcar, en especial si es una cirugía estética (más información en www.medicuanticadoctorojas.com ). Los edulcorantes artificiales son más dulces que los azúcares regulares, por eso generan más ansiedad de comer alimentos dulces y como si fuera poco afectan al sistema inmune ocasionando alergias y otras enfermedades de tipo crónico.
El azúcar puede llegar a ser más peligroso que la droga si se tiene en cuenta que es permitido y que se encuentra en todo lado, hasta en alimentos que no están asociados directamente, por ejemplo el aderezo que usted utiliza para su ensalada saludable como una mayonesa baja en grasa, puede tener hasta 22 % de azúcar. Los hombres de las cavernas no tenían el dulce al alcance de la mano o por lo menos no era industrializado, solo comían dulce cuando encontraban miel y las frutas que se daban por temporadas, pero hoy en día es difícil concebir nuestra dieta sin este ingrediente.
Procure para usted y su familia comer frutas enteras, pese a que algunas tienen un alto contenido de azúcar como el banano, la manzana roja, las uvas negras y el mango maduro, estas tienen fibra y eso ayuda a evitar su total absorción, la fruta en jugo ya no tiene esta propiedad. Incluya carbohidratos altos en fibra como arroz integral, granos y vegetales por que su absorción es más lenta y no estimulan la producción de insulina, evite al máximo el azúcar de mesa ya sea blanca o morena, evite también alimentos procesados como los enlatados y empaquetados, consuma lo natural, aquí en Colombia una naranja tangelo cuenta menos de lo que cuesta un jugo de caja cargado de azúcar, en países como Puerto Rico es difícil encontrar una fruta , todo está enlatado y si la encuentra no es orgánica. Por último, ¡haga ejercicio, esto le ayuda a disminuir la ansiedad por el azúcar mientras le ayuda a quemar el que ha consumido en exceso!
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