Lo que está haciendo Petro con la acusación del Golpe Blando es inaceptable.
Lo que está haciendo es criminalizar a los ciudadanos que pensamos que es necesario remover su presidencia antes de 2026 para salvar la democracia. Petro no nos está haciendo una crítica sino una acusación. Nos está acusando de golpistas y eso es un delito.
Yo, Carlos Alonso Lucio, como ciudadano colombiano, pienso que Petro debe ser removido de la presidencia de la República porque ha actuado contra la Constitución y la Ley desde el gobierno.
Estoy en mi derecho de pensar así. Es el derecho que tenemos todos los colombianos a pensar y a decir lo que pensamos, consagrado en nuestra Constitución.
Segundo, yo Carlos Alonso Lucio, ciudadano colombiano, pienso que Petro debe ser removido de la presidencia de la República a través de la institución del Juicio Político, establecido en nuestra Constitución. Cuando digo que Petro debe ser removido de la presidencia a través del Juicio Político, estoy diciendo con claridad de que no es a través del Golpe de Estado ni a través del uso de ningún tipo de violencia.
Tercero, yo Carlos Alonso Lucio, ciudadano colombiano, estoy trabajando en un referendo contra la milicianización que Petro está promoviendo contra nuestra Constitución y nuestra democracia. El referendo es uno de los mecanismos de participación ciudadana consagrados en nuestra Constitución.
La Palabra, el Juicio Político y el Referendo son instrumentos que están en la Constitución para que los ciudadanos podamos defender nuestra democracia
La Palabra, el Juicio Político y el Referendo son instrumentos que están en la Constitución para que los ciudadanos podamos defender nuestra democracia. Son, precisamente, caminos institucionales para que un presidente con propósitos tiránicos no pueda acabar con los derechos y las libertades de los ciudadanos.
Palabra, Juicio Político y Referendo son los instrumentos que tenemos en la Constitución para frenar el Golpe Duro que Petro le está dando a la Constitución.
Petro: en Colombia no existe el Porte ilegal de pensamiento, como en Venezuela. No quiero ni imaginar lo que pasaría si usted llegara a poner un fiscal general de bolsillo. Con un fiscal del bolsillo, se dedicaría a meter a la cárcel a todos los que pensamos distinto.