La oficina de transición del mandatario electo, Joe Biden, emitió un comunicado en el que informa que el demócrata nominará al juez Garland como fiscal general, quien liderará el Departamento de Justicia de EE. UU.
Detallaron también que Biden nominará a Lisa Monaco para vicefiscal general, Vanita Gupta para fiscal general adjunta y Kristen Clarke como asistente del fiscal general de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia.
Está previsto que Biden realice un discurso para dar a conocer sus nominados en el sector de la Justicia, como ha hecho con otras carteras.
Las palabras del presidente electo se escucharán un día después del asalto al Capitolio en Washington, después de que partidarios del presidente saliente Donald Trump irrumpieran en el Congreso en un intento por bloquear la certificación de los legisladores de la victoria presidencial de Biden.
En el comunicado, el equipo de transición señaló que los nominados reflejan su "profundo compromiso de reafirmar al Departamento de Justicia como un pilar de independencia e integridad, y garantizar que el fiscal general y su equipo sean los abogados del pueblo estadounidense, no los del presidente".
"Estos líderes, todos los cuales son veteranos del Departamento de Justicia, renovarán la fe de los estadounidenses en el Estado de derecho y trabajarán incansablemente para construir un sistema de Justicia más equitativo", agregó el equipo del presidente electo.
Garland, juez de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito del Distrito de Columbia, debe obtener la aprobación del Senado para poder desempeñarse como fiscal general.
Al elegir a Garland, Biden recurre a un juez que ha ocupado altos cargos en el Departamento de Justicia e incluso fue supervisor de la acusación del atentado con una bomba en la ciudad de Oklahoma en 1995.
El expresidente Barack Obama nombró a Garland en el 2016 como candidato para la Corte Suprema después de que se creara una vacante tras la muerte del juez Antonin Scalia. Sin embargo, los republicanos liderados por Mitch McConnell se negaron durante meses a celebrar audiencias de confirmación o el voto requerido en la cámara.
Cuando Donald Trump asumió como Jefe de Estado, la postulación de Garland expiró y él tuvo que regresar a su puesto como juez principal de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito de D.C, cargo en el que inició en 1997.
La elección obligará a los republicanos del Senado a lidiar con la nominación de quien habían rechazado hace cinco años, pero Biden confía en la nutrida hoja de vida y la reputación de Garland para garantizar la confirmación.
El futuro del juez Garland se fortaleció este miércoles luego de que los demócratas lograran obtener el control de la mayoría del Senado al ganar los dos escaños del Senado de Georgia.
De confirmarse la nominación, Garland se enfrenta a varios desafíos. Por ejemplo, la investigación en curso sobre Hunter Biden, hijo del mandatario electo, o las solicitudes de una investigación al presidente Donald Trump después de que deje el cargo.
La llegada de Garland a la cabeza del Departamento de Justicia supone además un cambio en el rumbo de esta oficina y en el enfoque sobre problemas de derechos civiles y las políticas policiales luego de un año de protestas masivas por las muertes de varios afroamericanos a manos de las autoridades.