Será el juez Juan Merchán, colombiano de nacimiento, quien definirá la situación judicial del expresidente Donald Trump. Hasta el momento solo se conoce la acusación por soborno para comprar el silencio de varias personas entre ellas la estrella porno Stormy Daniels, pero se habla de 30 cargos. Conocido por Trump de autos, cuando supo que tendría en sus manos su caso no dudó en afirmar: “El me odia”.
Hijo de un militar que trabajó en los servicios de inteligencia de Colombia en la época de Misael Pastrana, no se amilana ante nada. Maneja el tribunal con mano dura y no se doblega ante los poderosos. En el pasado mandó a prisión a Allen Weisselberg, uno de los cercanos al expresidente, presidió el juicio por fraude la propia organización Trump e incluso supervisó el juicio de uno de los asesores en comunicaciones más influyentes de Trump, Steve Bannon. Con Merchán a Trump le quedará muy de para arriba hacer uno de sus acostumbrados shows mediáticos.
Merchan llegó en el año 1966 a los Estados Unidos. Era el menor de seis hermanos que fueron buscando un mejor futuro a Nueva York. Se instalaron de Jackson Heights, en el corazón de Queens donde se concentra la mayor cantidad de inmigrantes colombianos. A mediados de los años 60 Estados Unidos vive el dramático asesinado del presidente John Kennedy, sacudida por las movilizaciones de los derechos civiles contra el racismo. Un contexto nada fácil para aterrizar en un país extranjero, pero la familia se abrió camino como también los hizo Juan Manuel, el menor. Trabajó para acceder a la universidad. Lavó platos en un restaurante colombiano y luego cajero en un McDonalds hasta conseguir entrar a la universidad de Hofstra, en Long island, fundada en 1935 como una extensión de la Universidad de Nueva York, donde se graduó como abogado en 1994. Tenía 31 años cuando empezó su actividad profesional pero pronto empezó a cosechar por su buen desempeño.
Su primer trabajo fue en una firma inmobiliaria pero terminó tomando la ruta del derecho penal. . De ahí saltaría en 1999 a la fiscalía de Manhattan, en plena alcaldía de Rudy Giuliani. Otro alcalde republicando de Nueva York, Michael Bloomberg, lo nombró juez interino en el tribunal de primera instancia, que en Nueva York se conoce como Corte Suprema. Y le cayó por reparto el caso del polémico Donald Trump. Y no se acobardó a pesar del despliegue de poder y de su séquito y de tener al frente influyentes abogados, capaces de jugarse duras cartas, como Giuliani, quien habia conocido como alcalde de Nueva York. Y no se amilanó.
Y fue el juez Merchán quien llamó a responder a Steve Bannon, tan cercano a Trump que fue uno de los amigotes y socios que sacó de la cárcel haciendo uso del perdón presidencial. El caso que cayó en manos de Merchán fue de fraude en la construcción del muro en la frontera con México y lo mandó a la cárcel; igual ocurrió con Allen Weisselberg, otro cercano a Trump quien también terminó detenido por fraude fiscal.
Con la solemnidad de la justicia norteamericana, el juez de sangre colombiana recibirá este martes al medio dia al poderoso Donald Trump quien viajó de Mar a Lago, su mansión en La Florida, a pernoctar en su Torre Trump en Manhattan, a reunirse con sus abogados y presentarse en la Corte, donde el juez Merchán le destapará cargos que aún no se han hecho públicos.
Trump sabe que con él nada será fácil. Ya se enfrentó con él el año pasado a tener que cancelar USD 1.6 millones por parte de la organización Trump como multa por fraude fiscal. En medio del despliegue mediático, quien tiene en sus manos las cartas, es el colombo-americano Juan Merchán.
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