Para conseguir este triunfo - después de 17 años de ser minoría parlamentaria y 14 elecciones perdidas contra del oficialismo - la derecha venezolana utilizo una estrategia implacable para llegar al poder; la estrategia de todas las formas de lucha.
De esta manera en diferentes momentos de los últimos años pasaron de competir en comicios electorales, a coordinar: un golpe de estado militar; un golpe de estado económico; conspiraciones para asesinar al presidente Chávez; Guarimbas, por las cuales murieron 42 personas en 2014; saboteo de la economía que llevo a racionamientos de productos básicos; la infiltración de paramilitares en el territorio; la creación de un grupo terrorista (el cual fue desmantelado); una campaña mediática internacional para deslegitimar al gobierno; trabajaron de la mano de agencias de seguridad de EEUU; calumnias y chismes; entre otras técnicas tomadas del manual para derrocar gobiernos del autor estadounidense Gene Sharp.
(Nótese como la oposición pasa de la legalidad a la ilegalidad con facilidad).
Todos estos ingredientes generaron un ambiente de incertidumbre y tensión, los cuales fueron catapultados con la pobre actuación del gobierno de Maduro; quien ayudo a convertir en mártires a los “bandidos” Leopoldo López y Antonio Ledesma, y en “heroína” a la figura clasista y petulante de Lilian Tintori, quien tomo el papel de “líder de oposición” como algún sobreactuado rol que ejercía cuando era actriz de reality show.
Esto llevó a momentos de crisis que rompieron con la fibra social de Venezuela e impulsó la percepción de inestabilidad, la desconfianza en el gobierno, y por ende empeoraron los niveles de inseguridad.
Ganó la crisis económica
Los resultados electorales son evidentes; el gran ganador en estas elecciones no fueron los partidos de oposición y sus candidatos, pero si la estrategia de todas las formas de lucha. De esta manera, la incertidumbre, la violencia, y en particular la guerra económica, tuvo réditos políticos en el sentido que el elector no voto por la oposición, pero por el contrario, voto en contra de la crisis económica - por la cual responsabilizan al gobierno.
Así mismo lo describió el líder de oposición Henrique Capriles, quien admitió que los resultados que beneficiaron a la Mesa de Unidad Democrática vinieron del “voto de castigo”, de tal manera que la gente los usó como supuesta alternativa para una salida de la crisis económica.
Es decir que como en las elecciones presidenciales en Colombia, el electorado Venezolano se polarizo, y voto por un tema particular que concierne a su vida diaria, y no por una ideología o un candidato carismático. En Colombia en 2014, el electorado voto mayoritariamente por la paz, y no voto por la continuidad de la guerra, aun cuando eso significo votar por un candidato que no los representara ideológicamente.
Salen del closet
Tras la derrota electoral del oficialismo Venezolano ocurre un fenómeno clásico del “solapadismo” latinoamericano, en el cual emerge un batallón de seguidores y militantes encubiertos de derecha, quienes “salen del closet” para expresar su más vehemente apoyo y compromiso con la agenda de la derecha reaccionaria, que mantuvo a Venezuela con los niveles de inequidad más altos del continente. La mayoría son niños bien de ciudades capitales, o pretenden serlo. La mayoría no responde a la razón, o a las cifras - que demuestran los triunfos de la revolución Bolivariana en educación, salud, seguridad social, pobreza extrema - pero si a la emotividad, al odio, y la pasión (cual novela). La mayoría repite lo que escuchan y ven en la radio. La mayoría son víctimas de su propia miopía.
Estos son los mismos personajes que en otros escenarios denunciarían la estrategia de todas las formas de lucha, pero la apoyan directa o indirectamente en el caso de Venezuela, con el fin de destruir el Socialismo del Siglo 21. En sus frases se refleja como el elitismo y el arribismo permea en su imaginario.
Estas son algunas de sus frases que se publicaron en FB y Twitter sobre los resultados electorales:
Ahora el himno si es patriótico, pero no cuando lo cantaba Chávez era populismo.
Antes de las elecciones decían que Venezuela era una dictadura, donde no había garantías electorales. Ahora que gano la oposición, ¿si hay garantías?
En sus comentarios se percibe la satisfacción de la venganza, apelando a frases machistas que violentan al contrincante político.
¿Sera que le rezan al mismo Dios de Hugo Chávez?; el Dios de los pobres de la Teología de Liberación; ¿o al Dios de la venganza del antiguo testamento?
Se ven los intereses geopolíticos al apelar a la elite política de EEUU para justificar su triunfo.
Por otro lado se encontraron comentarios más honestos con la realidad:
Lecciones para zurdos
Los melancólicos que siempre lloran frente a las derrotas de las luchas políticas de la izquierda, deben recordar que la historia es dialéctica, y que por ende la dinámica política regional va cambiando generacionalmente. La izquierda viene dominando el escenario político de Latinoamérica, durante más de una década, y es natural que después de un periodo largo los ciudadanos sientan la necesidad de cambio; esto se da por el jaloneo de fuerzas externas e internas de un país.
La izquierda debe aprender de sus errores como gobierno, al igual que de las nuevas modalidades de lucha de la derecha, las cuales evidentemente han cooptado la estrategia de movilización en masas y el lenguaje de la izquierda de los derechos humanos, la democracia, y la libertad de expresión, para ganar espacios que han perdido electoralmente. También utilizan el saboteo económico y la violencia, para así crear condiciones que deslegitimen a los gobiernos de izquierda.
Lo importante es recordar que la política se practica todos los días en las calles, y no solo el día de las elecciones. Y en eso, la izquierda tiene más cancha.