Durante varios años Sebastián Quintero buscó la oportunidad de llegar fútbol como profesional. Quien lo conocía describía sus habilidades con la pelota. Su gran sueño era jugar como volante en el Nacional, el equipo de sus amores. La violencia se lo impidió. Sebastián es uno de los ochos jóvenes asesinados en Samaniego, Nariño.
Elian Benavides también tenía el fútbol como pasión. EL joven de 19 años, a diferencia de su amigo Sebastián, si había logrado un espacio para ser probado como profesional. A penas pasar la cuarentena viajaría a México, donde había sido seleccionado por un club de ese país. Su sueño, que estaba a punto de cumplirse, fue acabado a bala el pasado sábado
Las otras seis víctimas, que fueron asesinadas en medio de una fiesta, por cuatro hombres bien armados, fueron Laura Michel Melo Riascos, Brayan Alexis Cuarán, Óscar Andrés Obando, Daniel Steven Vargas, Byron Patiño, Rubén Dario Ibarra y Elian Benavides. Todos con historias por contar.
Brayan Cuarán era oriundo de Pasto y egresado de la Universidad de Nariño. Tenía 25 años. Byron Patiño también tenía25. Estaba a pocos semestres de titularse como contador público. Óscar Andrés Obando estaba en sexto semestre de ingeniería en la Universidad del Valle, estaba pasando la pandemia en Nariño. Otra de las víctimas fue Rubén Darío Ibarra, tenía 20 años. Daniel Steven Vargas Jurado tenía 22.
Aunque hay varias hipótesis, las investigaciones no ha arrojado nada contundente. Las autoridades están tras la pista de los asesinos.