En la pasada subasta de casa Christie’s que se llevó a cabo el 26 de junio en Londres el pintor caleño Osar Murillo vendió su cuadro Sin Título por un valor de 391 mil dólares equivalentes a 756 millones de pesos colombianos. Una hazaña que ubicó a este artista de 28 años al mismo nivel de Fernando Botero y Doris Salcedo. Dicha venta lo convirtió en uno de los cinco artistas más costosos de Colombia por encima de Alejandro Obregón, Andrés de Santa María y Alipio Jaramillo.
Murillo es hasta ahora un artista desconocido pues no existen reseñas de su trabajo, no aparece en los medios y nunca ha exhibido sus obras en un museo. Un fenómeno que tiene asombrado al mercado del arte pues resulta inexplicable que con su corta trayectoria haya logrado superar la cifra pagada por el Banco de la República por la famosa Violencia (1962) de Alejandro Obregón, considerada la pintura más influyente del arte colombiano.
El debate se ha abierto a raíz de las declaraciones de la Saatchi Gallery de Londres, galería que lo representa y manifiesta que entre 2007 y 2013 Murillo sólo ha participado en exposiciones en galerías y nunca en museos, a sabiendas de la necesidad que tienen los artistas de trabajar con instituciones culturales para la comercialización de sus obras.
Óscar Murillo nació en La Paila (Valle del Cauca), estudió en Europa y apenas empezando su carrera ya da mucho de que hablar. No existen reseñas críticas a su trabajo, ni tampoco una contribución significativa al mundo del arte e incluso hay quienes dicen que intenta copiar al artista americano Jean-Michel Basquiat en su pose de artista pobre, latino y negro. Pero aún así y con todos sus detractores, Murillo se anotó un gol en esta subasta que lo disparó a la fama.
