Si algo nos han enseñado los movimientos populares tanto antiguos como modernos es la imperiosa necesidad que tienen la mayoría de seres humanos para sentirse parte de un grupo más grande, algo que justifique su existencia, otorgue valor a sus pensamientos y los proteja desde el anonimato y la seguridad que facilitan las masas.
Esta necesidad de sentirse útiles y con propósito es la principal causante de "personas burbuja" que dan mucha importancia a aspectos tan absurdos como el hecho de ser felices o especiales, cuando en la realidad de la vida, estas cosas no importan en lo absoluto.
El Joker es una obra cinematográfica que ha generado una enorme cantidad de críticas, elogiando su "maestría", "rebelión" y "mensaje", aspecto de lo cual ni su equipo técnico ni sus actores son responsables, es la consecuencia de personas influenciables y modelables.
La experiencia de verla es tan impactante como la de ver secarse la pintura y no es para más, al final del día es un claro ejemplo de querer y no poder, de usar hasta el cansancio escenarios del día a día con una retórica absurda de crecimiento desde el fondo, de desarrollar un cierto nivel de madurez en un público que aplaude cuando un avión aterriza.
Qué persona con medio gramo de corteza cerebral podría empatizar con un personaje de ficción que cae en la locura por "lo terrible de nuestra sociedad" cuando el día a día presenta peores escenarios y aún así podemos ser indiferentes antes estas cuestiones.
Las realidad de la vida es que su inicio es un baño de sangre, dolor y llanto; su desarrollo es una constante de lucha y sufrimiento y su final es en el mejor de los casos silencioso y solitario. Pero eso no es malo, no es malo que la vida sea difícil, no es malo que las personas sean hipócritas e indiferentes, no es malo que unos tengan más y otros menos, lo malo del asunto es pensar que es antinatural y que tenemos que luchar en contra de todo para sentirnos medianamente bien, lo malo es culpar a factores externos de nuestros propios fracasos y llenarnos la boca diciendo que somos los únicos responsables de nuestro éxito. Lo malo del asunto es pretender y querer vivir en un mundo perfecto donde todos sean buenos, iguales, veganos y demás mierdas absurdas. Lo malo es querer tener mundos propios diseñados en pro de la imagen abstracta e irreal de bienestar que creen tener.
El Joker como película es una buena excusa para comer palomitas de maíz, su mensaje, por así llamarlo, es que la sociedad se encarga de convertir buenos hombres en perfectos villanos, pero la realidad y un pensamiento de ser humano nos lleva a la conclusión que cada quien es responsable de su propio resultado, cada quien debe hacer lo que puede con lo que tiene y aspirar ser un buen engranaje de la sociedad dentro de los límites de no causar daño a los demás, no podemos seguir siendo tan irresponsables e inmaduros de seguir culpando a agentes externos de nuestras penas y desdichas
Ahora y respecto a aquellos que viendo la película no hayan sentido que si iban al baño y a comer algo más durante la función y que al volver no importaría nada el tiempo que no vieron y que no sería relevante el preguntar qué había pasado, es su forma de pensar exculpatoría e inquisitiva de estar buscando responsables externos en cada situación y para cada consecuencia la que genera las peores situaciones del mundo. Es su asqueroso egoísmo y su maldita irresponsabilidad lo que genera odio, lo que divide y para ustedes un consejo: "siéntate en silencio, solo y con tiempo de reflexionar, pregúntate si de verdad está mal que el mundo y la vida sea difícil, ¿si te conviertes en un puto loco es culpa del mundo o tuya por no manejar correctamente las situaciones y actuar de manera sensata?".
Porque si te gustó el Joker estás diciendo que te gustó la masacre de más de seis millones de personas en la Unión Soviética por parte de Stalin, porque el mundo lo hizo así; estás justificando los genocidios de Yugoslavia, porque la sociedad los llevó a eso; estás justificando y aceptando que toda la violencia y el sadismo es importante como consecuencia del mundo y sus males, sin detenerte a pensar que cada quien es responsable de sus actos y que cada quien debe asumir su propia culpa, como tú que debes admitir que en realidad esa una película, normal como cualquier otra, sin más pretensiones que un comercial de Frutiño.