A pesar de la ineficientes alcaldías cortoplacistas que han llevado al palpable deterioro de Popayán, varias iniciativas han hecho más soportable la difícil vida cotidiana de la ciudad con el exceso de carros y motos sin pico y placa lo que lleva a la movilidad estancada, el acoso inclemente al espacio público, lo únicamente punitivo para controlar el tránsito y ahora la inseguridad que se vive en la periferia pero también en el centro histórico.
Además del éxito de Popayán Ciudad Libro 201, feria liderada por las universidades de la ciudad, y el ya tradicional Congreso Gastronómico, se ha sumado en septiembre el primer festival de jazz, FestiJazz, organizado por Corfestival, cuyo evento más visible y tradicional es el Festival de Música Religiosa que en la Semana Santa de 2019 llegó a la quincuagésima sexta versión.
Asomándose sigilosas, varias personas en el paseo familiar y dominguero por el parque Caldas tomaban luego tímidamente asiento frente a la tarima donde tres suizos del grupo MaxMantis, llenaban el parque con una música tan distinta a la de “radio uno la de uno”, el estribillo dantesco que enloquece a los viajeros en los taxis que van hacia Cali o al horrísono “subíle, subíle” de la Radio Policía Nacional, frecuencia de la institución que se supone debe velar porque los altos decibeles callejeros y de los lugares públicos no ensordezcan a los payaneses. Transcurría la tarde de un apacible domingo, 15 de septiembre, último día de conciertos del FestiJazz.
La música relajante del jazz, sus improvisaciones y fusiones musicales, hacían de esa tarde una irremplazable combinación con el verano payanés que se alejaba en septiembre. En los días anteriores a este concierto en el Parque Caldas, los conciertos estuvieron en la iglesia san José, en el centro comercial Campanario y en el Teatro Municipal, la única audición de pago pues los demás eventos eran de entrada libre. En el Municipal se presentó la banda de Tonya Boyd-Cannon. Con la poderosa voz de la cantante y un estilo propio, llenó de público este escenario tradicional payanés con clásicos como Summertime y Wonderful World, un síntoma claro de que el público de la ciudad responde a festivales musicales. Otras agrupaciones que despertaron el interés por el jazz fueron Fatua Trío, Juan Romero Quartet, los Taitas, Ary Álvarez jazz Quartet, y los simpáticos suizos de MaxMantis.
Septiembre fue el mes pleno del jazz en Colombia en sus distintas variantes: Medellín y Barranquilla con figuras del latin-jazz como Paquito D´Rivera, Mompox con la Orquesta Aragón, Cali con Antonio Arnedo y Bogotá con un homenaje a Eddy Martínez y otras figuras internacionales. Popayán con FestiJazz entra en este circuito colombiano, con el viento fresco de esta gran iniciativa de Corfestival con el apoyo de la ciudad de New Orleans y varias entidades como la Fundación Universitaria de Popayán y la Embajada de los Estados Unidos.
Septiembre fue el mes pleno del jazz en Colombia en sus distintas variantes: Medellín y Barranquilla con figuras del latin-jazz como Paquito D´Rivera, Mompox con la Orquesta Aragón, Cali con Antonio Arnedo y Bogotá con un homenaje a Eddy Martínez y otras figuras internacionales. Popayán con FestiJazz entra en este circuito colombiano, con el viento fresco de esta gran iniciativa de Corfestival con el apoyo de la ciudad de New Orleans y varias entidades como la Fundación Universitaria de Popayán y la Embajada de los Estados Unidos.