Este texto lo escribo para pedir respeto no solo para los aprendices del Sena, sino para todos los ciudadanos en Colombia que nos vemos obligados a ver medios televisivos que nos tratan como tarados sin sentido común.
En estos días transmitieron en varios canales de televisión noticias en las que manifiestan que “la mayoría de colados en TransMilenio son aprendices del Sena”. Por favor, periodistas, sean responsables. ¿En qué cifras, datos o hechos soportan estos argumentos? ¿Consideran solamente unas fotos o unos vídeos en los que unos jóvenes usando uniforme entran al sistema sin pagar? ¿Eso es algo significativo estadísticamente?
Posiblemente el mal manejo a la noticia corresponda con un síntoma de arribismo y clasismo que carcome a la sociedad colombiana. ¿Por qué estigmatizan a los aprendices del Sena? Yo mismo respondo: en otros países, con los cuales algunos adoran compararnos cuando se habla de educación, como Alemania y Canadá, las diferencias salariales entre profesionales y técnicos no son tan altas —eso influye en el hecho de que en Alemania el 51% de la población escoja la educación dual, con énfasis en formación para el trabajo o para que en Canadá algunos técnicos devenguen incluso salarios más altos que algunos profesionales—, pero en el caso de Colombia —uno de los países más desiguales del planeta, séptimo o noveno lugar en algunas mediciones— sí son muy significativas.
Es decir, a los aprendices del Sena los discriminan no porque la educación técnica sea “inferior” (léase a Mario Bunge) sino por el arribismo que lleva a muchas personas a diferenciar en clases sociales por diferencias en los ingresos, curiosamente muchas de estas mismas personas ven con desdén los discursos asociados a las “diferencias de clases”. Posiblemente, por este tipo de situaciones es que algunos analistas políticos dicen que Colombia es un laboratorio para estudiar las relaciones políticas. Ni qué decir de la estigmatización de la izquierda cuando nunca hemos tenidos políticas asistencialistas, ni de bienestar, ni socialdemócratas (posiblemente en las décadas de 1930 o 1870, pero los que hoy estigmatizan la izquierda no van hasta esas latitudes, perdonen una indicación de espacio para hablar de tiempo).
Ahora miremos lo que muchos pueden ver con facilidad, ¿por qué señalan a los colados como actores claves de una problemática compleja?,¿por qué los medios convencionales no hacen un estudio profundo o al menos uno superficial, en el que demuestren los tiempos de demora de los articulados para llegar a las estaciones?, ¿por qué no señalan lo ineficientes que han sido las medidas coercitivas aplicadas por la administración distrital?, ¿por qué no demuestran la demagogia aplicada en los discursos que dicen que la educación es importante pero no se hacen esfuerzos realmente importantes en este sentido?, ¿por qué no muestran lo que todos los bogotanos ven: que el énfasis del negocio está en la rentabilidad y no en la satisfacción de los usuarios, que hay una alianza público-privada diseñada para operar un servicio público y para que sólo gane el sector privado así el servicio público sea una porquería?
Y si hasta esta parte del texto usted piensa que soy un mamerto recalcitrante, con lo que voy a afirmar a continuación mis amigos sindicalistas van a decir que soy un esquirol o un regalado. Creo que los directivos del Sena hacen bien en hacer esfuerzos y tomar medidas por preservar la vida de los aprendices, haciendo pedagogía, cursos de cultura cívica, ampliando los subsidios de transporte para que más aprendices tengan la oportunidad de ahorrar recursos que deben invertir en movilidad.
Es decir, no defiendo a los colados, pero es absurdo que se dirija la atención a una pequeña parte del problema y que se afirme que con esa plata (la que se obtendría si los colados pagaran) se podrían hacer muchas cosas, cuando en la actualidad se están dejando de hacer muchísimas cosas para mejorar la eficiencia del servicio.
Señores periodistas: no estigmaticen a los aprendices del Sena, no estigmaticen la educación pública, esta institución es muy heterogénea y cuenta con personas de diversos orígenes, ingresos, edades y niveles educativos (incluso con formación de pregrado y postgrados, quienes optan por estudiar en el Sena para mejorar su perfil profesional). Hagan su trabajo investigativo para que los ciudadanos se informen, no solo para que refuercen sus prejuicios más banales.