El proyecto fue presentado por primera vez en la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2012, y está dirigido a las poblaciones rurales de desarrollo, donde la infraestructura que facilita el acceso al agua potable es casi imposible.
El proyecto titulado Warka water fue diseñado para recoger la humedad del aire a través de la condensación y depositar así el agua a un recipiente. Consiste en una torre de 10 metros, lo que puede generar unos 100 litros de agua/día. Su estructura se basa, principalmente, en el bambú y el revestimiento de plástico reciclado.
La estructura consta de cinco módulos que se pueden instalar de abajo hacia arriba por algunas personas, sin necesidad de andamios, y pesa solo 60 kg. Ya se se está utilizando en Etiopía.