El poder de Néstor Humberto Martínez en la Presidencia cada día es mayor. Fue designado por Santos luego del escándalo con la Corte Constitucional por el caso de Fidupetrol para dar las directrices frente a la rama de la justicia. El superministro ha liderado las reuniones con los presidentes del Consejo de Estado Luis Rafael Vergara, del Consejo Superior de la Judicatura Wilson Ruiz, el fiscal Montealegre y los ministros Yesid Reyes y Juan Fernando Cristo, quien también está al frente del trámite de la llamada ley de equilibrio de poderes. En los últimos meses han sido varias las cenas con magistrados de la Corte Suprema para barajar nombres para suceder a Eduardo Montealegre en la Fiscalía. El último de estos encuentros fue la semana anterior a Semana Santa con los miembros de la Sala Penal, que tuvo como anfitriones al ministro Martínez y al Presidente de esta Corte José Leónidas Bustos.
A Montealegre le queda menos de un año en el cargo y aunque aún no hay un candidato definido, el superministro no ha ocultado su intención de que el gobierno pueda influir en el nombramiento del Fiscal: “tratar de emancipar al Fiscal General del Gobierno, por la vía de que los jefes de Estado no los postulen ante la Corte Suprema de Justicia, sería un craso error”, dijo Néstor Humberto Martínez. Una posición que va en contravía con la propuesta del procurador Ordóñez de buscar quitarle las facultades al Presidente para nominar la terna de candidatos a la Fisalía que finalmente escoge la Corte.
