Estamos aterrados del nivel de odio y resentimiento. El único pecado que ha cometido Alejandra Azcárate es ser ella misma. Por eso es que no le da pena ser políticamente incorrecta y en ese orden de ideas se ha burlado de lo que ella cree está mal. Por eso no se ha ahorrado comentarios contra las gordas o contra los asiáticos pero es que a la generación de cristal todas estas cosas les molesta, los oprime, no los deja ser, si me entiendes.
Feo lo que le están haciendo a la primera dama del humor colombiano. En redes el linchamiento es total, absoluto, abrumador y, sobre todo, injusto, muy injusto. Ella ni llevó coca y le creo cuando dice que su esposo también es inocente. Las cárceles en un país de narcos están llenos de personas inocentes. Pero en el caso de que el señor Jaramillo sea culpable: ¿qué tiene que ver Azcárate? ¿necesariamente necesita saber todo lo que hace su pareja?
El odio cunde en las calles, el odio y el resentimiento son los sellos de Twitter y en medio de ellos hay ciudadanos emprendedores que hicieron plata con su talento. He visto, incluso en este medio, publicaciones insidiosas contra la señora Azcárate mostrando los supuestos lujos con los que vive. Ella en el show que dio en Viña del Mar en el 2019 que fue un exitazo ¿saben cuánto ganó? ¿entonces es todo plata mal habida? el odio es tan ciego que evita ver la verdad. El tiempo le dará la razón a Alejandra. Si ella salió a dar la cara su marido por algo será. Yo elijo creerle a ella. Basta ya de resentimiento, aprendan a querer y respetar a nuestros artistas. Necesitamos mas del humor de Azcárate en estos tiempos donde hemos perdido la fe.