El apagón universal de Facebook y WhatsApp durante siete horas el pasado lunes 4 de octubre prendió las alarmas. La comunicación entre 2.800 millones de personas en Facebook y 2000 millones de WhatsApp y 1000 de Instagram quedó en pausa. Quedó en evidencia el poder de su inventor y quien aun las controla Mark Zuckerberg, pero sobre todo la dependencia de la humanidad de estas redes sociales y cómo éstas son determinantes, hasta para ganar elecciones, en el mundo actual,
Esto volvía imperativo analizar el tema. Y así lo hace en esta conversación el profesor investigador experto en comunicaciones, Germán Rey. En diálogo con Juan Manuel Ospina entra en el debate que tiene a Zuckerberg en el banquillo de los acusados.
Juan Manuel Ospina: German Rey, el pasado 4 de octubre vivimos un hecho inédito: el apagón que hubo de las redes que súbitamente dejó a la humanidad aislada. ¿Eso nos muestra en qué mundo estamos viviendo?
Germán Rey: Yo creo que fue casi tan importante como la propia pandemia. La pandemia ha sido un problema planetario en una época de tecnologías y redes sociales. Este hecho, las 6 o 7 horas en que no funcionó Facebook y WhatsApp tiene gran relevancia por varios motivos. Hubo un error humano. Además, todos los mensajes que circulan en una especie de autopista electrónica perdieron su rumbo, no tenían a dónde ir, hasta que por fin los técnicos pudieron reorientarse. Es muy paradójico que se achaque el problema a un error humano, pero, por otra parte, las conexiones que están circulando se rompieron completamente y así también se rompieron o se perdieron las funciones de esas redes de los dispositivos tecnológicos: encontrarse, informarse y entretenerse.
J.M.O: Hay dos preguntas, uno piensa cuando habla de estos temas en que es un fenómeno de comunicación, ¿estas redes comunican o sólo informan? Es que a veces uno recibe el dato pero en crudo, hay una pérdida muy grande de análisis de una información que sale en vivo y en directo que obliga una reacción inmediata y vuelve la vida en una sucesión abrumadora de información, ¿estoy exagerando?
G.R.: No exageras, pero mira que han pasado milenios para apropiarse del concepto del libro, en cambio, de lo que estamos hablando no tiene décadas, sino un puñado de años. Cuando fui defensor del lector de El Tiempo recibía era cartas de los lectores, y mira cómo cambió todo. Yo creo que por estos medios virtuales pasan otras formas del encuentro. Miren como los jóvenes se encuentran, ahí quedan ese tiempo de reposo, yo creo que el ser humano está consciente de eso que dices y hay una serie de transformaciones que permitirán que la información sea más debatida y crítica.
J.M.O: Estamos viviendo un vértigo de información que abruma y se presta para la manipulación y las noticias falsas. Esto de alguna manera ayuda a instrumentalizar las mentes humanas y produce una inmediatez, la incapacidad de reflexionar desde un tiempo de pausa.
G.R: Uno de mis referentes es el escritor Alessandro Baricco, que escribió un libro sobre estos asuntos y decía: "los bárbaros ya están ahí en las puertas de la ciudad". Lo que él quiere decir es que no estamos en una transformación simplemente de tecnologías, de aparatos o redes sino que estamos frente a una gran revolución mental y la humanidad se la está jugando. Estmos frente a una humanidad de lo vertiginoso, sin análisis y una de las grandes discusiones hoy en día es que cada vez se hacen mas fondos de datos que son analisados electrónicamente, pero estos análisis pueden distorsionar o manipular. En otras palabras, son los algoritmos que permiten la recuperación de información y procesamiento de esta. Se dice que hay capitalismo de plataformas, es decir, es el uso de los datos de quienes usan las plataformas para hacer estrategias completas de intervención. Por eso es que cuando usas tus programas, ellos ya saben cómo eres y te ofrece servicios con base en tus gustos.
J.M.O: O sea que hay un mundo que se arma controladamente y se convierte en una amenaza a las libertades individuales. Esto nos puede condicionar comportamientos, gustos y orientaciones políticas. Yo veo esto como una gran amenaza.
GR: Estamos realmente en el paleolítico de las transformaciones digitales. En los próximos años Facebook y WhatsApp ya serán obsoletos y quizás soy un optimista desmedido, pero creo que la libertad humana se jugará en estos nuevos mundos.
J.M.O: Entonces sí existen estas amenazas y esto va hacia la homogenización.
G.R: Fíjate que en todos los países del mundo hay mucha preocupación por este tema, en Estados Unidos hay debates en el Congreso sobre hasta dónde pueden ir estas empresas como Facebook. Qué significa que los medios de comunicación estén en plataformas que argumentan que son ellas las que le dan visibilidad a los medios como el periódico El Tiempo que hoy se puede leer en Singapur. Pero el debate jurídico plantea hasta dónde van las libertades de estas grandes corporaciones porque pueden haber manipulaciones y eso no se puede aceptar.
J.M.O: Acá parece que hay que hacer es una evaluación ética sobre el uso de estas tecnologías.
G.R: Una de las líneas de la discusión ética más interesante es la de las éticas de las tecnologías, existen tecnologías de la humildad, medios que están reutilizando para expresar libertades y dar a conocer posiciones. La humanidad va a dar estas discusiones y dirimir estos temas.