En el 2012 el ciclismo colombiano estaba lejos de brillar. Había una generación de jóvenes ciclistas que apenas despuntaba. Nairo tenía 22 años y acababa de ser campeón del Tour de L'Avenir, Urán tenía 24 años y era una promesa, pero en esta competencia se destacó.
Faltando dos kilómetros para llegar a meta Rigo atacó y Vinoukurov lo siguió. Alcanzaron a hacer margen con el pelotón, la medalla de oro estaba entre ellos dos. Pero Rigo se descuida, mira para atrás y pierde la medalla de oro. La plata igual es una hazaña incomparable y tal vez es una de las medallas más difíciles que cualquier deportista colombiano ha conseguido en unos Olímpicos