Después de una semana bien caótica en materia de marchas, un foco que me ha llamado la tensión es la nula participación de las universidades. Cuando me refiero a las universidades no hablo de los estudiantes sino de la parte administrativa y el colectivo de docentes a los que parecen no importarles lo que sucede o ven el toro desde la barrera. Además, la organización y el trabajo mancomunado entre rectores y docentes de universidades públicas no parece verse tan organizado como el de los estudiantes y por ese motivo pareciera que los entes administrativos y docentes no tuvieran nada que acordar y nada por lo cual luchar.
Para cuál es la percepción de los rectores de las instituciones que integran el Sistema Universitario Estatal (SUE) basta leer el comunicado que se escribió el 8 septiembre, cuyos aspector más importantes son:
1. Reconocemos la disposición de adelantar un diálogo permanente, sincero y respetuoso, en el marco de la autonomía universitaria, entre el Ministerio de Educación Nacional (MEN) y los actores que integran el Sistema Universitario Estatal (SUE) respecto de los asuntos centrales relativos a la financiación, el acceso y la calidad de la Educación Superior Pública.
2. El Ministerio de Educación Nacional reconoce las dificultades financieras que atraviesan las universidades públicas y manifiesta su compromiso de acompañar al SUE en las diferentes gestiones que se adelantarán ante el Congreso de la República y ante el propio gobierno nacional, con el fin de obtener los recursos necesarios para garantizar el funcionamiento del sistema.
3. Ante la inquietud planteada sobre el Decreto 1280 de julio de 2018, orientado a reglamentar aspectos del sistema de aseguramiento de la calidad, expedido a última hora, sin el suficiente análisis y discusión por parte de las universidades integrantes del SUE, la señora ministra manifestó su disposición a realizar los ajustes necesarios de forma concertada y participativa para que esta norma no profundice las brechas de calidad en el sistema.
4. En cuanto a la inquietud surgida en el profesorado universitario en torno a una posible modificación del Decreto 1279, la señora ministra manifestó que no existe ninguna agenda oculta o proyecto de modificación por parte del equipo actual del ministerio y cualquier posible modificación será discutida y concertada ampliamente.
5. Ante las voces críticas del SUE sobre el programa Ser Pilo Paga, el Ministerio de Educación Nacional expresó su disposición a revisarlo en pro de fortalecer la participación de la universidad pública, sin perjuicio de la financiación del sistema.
6. Se concertó la necesidad de construir e implementar una agenda de trabajo sobre los temas prioritarios que apunten a fortalecer un sistema universitario que sea sostenible, pertinente, viable y de calidad.
Pero después de este comunicado no hay nada. Sin embargo, algo que es más preocupante es que el Sistema Universitario Estatal (SUE), que está compuesto por las 32 principales universidades públicas de Colombia, no presenta como grupo cuáles son los problemas reales que padece la educación pública universitaria. De hecho si se coloca en Google “problemas de educación pública universitaria” los primeros enlaces que aparecen son de periódicos o radio, pero comunicados oficiales de las universidades no se encuentran. Aparece, eso sí, un libro titulado Cuatro temas críticos de la educación superior en Colombia: estado, instituciones, pertinencia y equidad social. Sin embargo, este es del año 2000.
Por otro lado, si se busca en Google Académico "problemas de educación pública en Colombia" se encuentra que desde el 2015 son muy pocos los trabajos que hay en esta área y dentro de los cuales resalto La incidencia del modelo de educación superior y de la intervención estatal en la calidad de la educación superior en Colombia, en la cual se menciona:
- Hay que señalar primero que los problemas de la educación superior en el ámbito universitario son de diversa índole.
- Bajo porcentaje de acceso a este nivel por parte de los estudiantes que se gradúan de bachillerato.
- Un alto nivel de deserción pues uno de cada dos estudiantes no culmina sus estudios superiores (Melo, Ramos & Hernández 2014).
- Una insuficiente infraestructura física.
- Problemas presupuestales y de asignación de recursos.
- Una deficiente formación académica de sus docentes.
- Una heterogénea calidad educativa
Pero, de todo esto, el sistema universitario estatal no dice nada y peor aún no da directrices reales de cómo solventar cada uno de los problemas, al igual que tampoco dice nada el Ministerio de Educación Nacional. Con eso en mente, si uno busca en Google “problemas de educación pública ministerio de educación” lo que aparece es un link a Revisión de políticas nacionales de educación: la educación en Colombia. La versión original de este libro fue impresa con el título Education in Colombia 2016 y fue realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Un punto importante es que este informe ha sido desarrollado como aporte para el proceso de la adhesión de Colombia a la OCDE.
La pregunta que sale de todo esto es: ¿podrá Colombia mejorar si las universidades no hacen un trabajo serio junto con los estudiantes y el sistema político para encontrar la forma de resolver todos los problemas que tiene el sistema educativo universitario? Y la otra pregunta que no es menor, ¿serán realmente que las universidades son centros de transformación social y pensamiento crítico, cuando no se expresan ni en lo más básico que es en los problemas y las soluciones para mejorar la educación?
Y acá es necesario analizar qué función están tomando en la actualidad las universidades frente a los problemas nacionales, y cito un ejemplo contemporáneo de la Universidad de Chile, la cual dado los acontecimientos actuales el rector de esa Universidad dijo “U. de Chile convoca a toda la comunidad a un encuentro universitario por un nuevo acuerdo social. Asumiendo su rol como institución pública, republicana y plural, la Casa de Bello se propuso, junto a todos sus estamentos, contribuir a diseñar caminos de convergencia que permitan restablecer la paz social y avanzar en la construcción de una sociedad más justa y democrática. El Comité de Coordinación Institucional convocó a un Encuentro Universitario por un nuevo pacto social, que incluirá debates transversales con participación de toda la comunidad. El Comité de Coordinación Institucional convocó a un encuentro universitario por un nuevo pacto social, que incluirá debates transversales con participación de toda la comunidad”.
Y viendo este ejemplo, no sería necesario tener un encuentro que esté mediado por las instituciones públicas para encontrar soluciones viables y posibles, en vez de esperar a que el gobierno de turno haga lo que a su merced creé que es lo mejor, pero esto no solo en educación sino en los temas prioritarios del país.
Es importante que la universidad redefina su camino, es primordial que la universidad regrese a lo que le dio origen, es decir, a sus principios de función social y no como bien de mercado al servicio de las élites y del modelo empresaria (tomado de La universidad y su función social de Blenda Guadalupe Castañuela Sánchez)
