La celebración del “Dia de la Independencia” es en todos los países del mundo, una ceremonia sagrada y sublime. Encarna el nacimiento de un país, que se liberó del yugo de una potencia que lo avasallaba; o ganó una guerra que estaba destrozando sus entrañas o decidió, de alguna manera llegar a ser un país mayor de edad que podría vivir independiente.
En USA Francia o Rusia esta fecha es mágica Es el día que las lágrimas arrugadas inundan los ojos atónitos de ancianos veteranos de guerras lejanas. Al medio día los muchachos se enorgullecen de sus aviones mágicos haciendo piruetas en el aire. La noche se llena con luces pirotécnicas que son la delicia de los niños.
Este es el día de la libertad, es a la vez una sanación a la guerra y una exaltación de la paz. De manera que no se entiende como es posible, que un presidente que cacarea la PAZ TOTAL las 24 horas del día, a la hora de demostrar la validez de su propuesta, nos demuestra que ese slogan es solo un grito de guerra.
Entonces, cuando llega el gran día y empieza a la ceremonia de celebración, él se aparece como si nada, con tres horas de retraso, vistiendo un guayabera arrugada y se para en la mitad de una plaza rodeado de gente bien vestida y militares con sus impecables uniformes. De inmediato nos damos cuenta que el propio Petro desentona con la multitud, con su retorica vacía, con el país y con su falsos mensajes de Paz Total.
Y de repente nuestra memoria se llena de los ecos de los eslóganes semanales que cada semana los periodistas los convierten en titulares de ocho columnas: el fast track; la reforma agraria; el plan de salud; la reforma a la salud; etc etc
¡Todo es una vulgar farsa!
¿Culpa de quien? ¿De un presidente con una lengua desbocada que habla y habla sin filtros? ¿O de un periodismo mediocre que prefiere un titular gigante a un análisis concienzudo de una frase vacía?
Las supuestas posiciones ideológicas de Petro, corresponden a las de un orate esquizofrénico que quiere salvar a un planeta que no tiene remedio.
Intentar acabar con el consumo de energía fósil en Colombia; que tan solo produce menos del 1% de la energía mundial con el objeto de reducir el CO2 global; no tiene sentido.
Proponer salvar el río Amazonas; que mide mas de 2.000 kilómetros, mientras Colombia solo posee 80 de ribera sobre el río; no pasa de ser un mal chiste.
Soñar con construir un tren sobre la selva chocoana suena a una pesadilla alucinógena de tercer grado.
Facilitar la paz total, fortaleciendo a los grupos ilegales y debilitando al mismo tiempo a las fuerzas del orden; es poner en práctica aquella definición de Marx, de que la paz es la ausencia de oposición al socialismo.
Osar recibir una condecoración de un general y permanecer sentado, es un escupitajo al glorioso ejército nacional.
