De 1850 a 1862 la Comisión Corográfica elaboró la cartografía oficial del país, un trabajo titánico que transcurrió en medio de tres guerras civiles y de tres cambios de Constitución Política. Lo increíble es que después de 165 años, seguimos en el país afrontando un semillero de disputas de límites entre los departamentos, de similares características que las que se trataron resolver con los estudios de esta comisión en el siglo XIX.
Las disputas de límites que tienen más de la mitad de departamentos con sus vecinos son una evidencia, que con todos los adelantos tecnológicos que existen en materia de cartografía en el mundo, aun en nuestro país, tenemos protuberante atraso en la materia. Se requiere de cambios profundos en el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) para que se modernice nuestro sistema de información geográfica y cartográfica y para que se resuelva con más celeridad y eficiencia, las disputas de límites entre los departamentos y entre los municipios.
El IGAC ha dicho que 18 departamentos tienen problemas de límites con sus vecinos: Antioquia, Boyacá, Caquetá, Casanare, Cauca, Cesar, Chocó, Córdoba, Cundinamarca, Guaviare, Huila, La Guajira, Meta, Nariño, Norte de Santander, Putumayo, Santander y Valle del Cauca.
Esta estadística lo que demuestra es que más de la mitad de los departamentos tienen líos fronterizos con sus vecinos. Líos regionales que se radicalizan en la medida que aumentan las explotaciones de los recursos naturales en las zonas en disputas. Pese a la crispación de las disputas, el IGAC anunció que este año solo tratará de resolver los casos del César y Guajira, Antioquia y Chocó, Antioquia y Córdoba, Norte de Santander y Santander, Norte de Santander y Cesar; Santander y Boyacá, Boyacá y Cundinamarca, Huila y Cauca; Cauca y Putumayo, Atlántico y Bolívar, Boyacá y Casanare, Boyacá y Norte de Santander.
Los otros líos continuarán congelados en los anaqueles del IGAC, mientras que crecen las desavenencias entre los habitantes de las regiones en disputas. Varias de estas disputas llevan décadas sin ser resueltas por los intereses políticos, económicos y estratégicos que se mueven alrededor de las mismas.
Gran parte de esos pleitos no son nuevos, muchos de ellos hacen parte de viejas disputas que perduran desde el período colonial y que en cada momento se reeditan por la fiebres expansionistas de algunos departamentos. Especialmente cuando aparecen yacimientos de minerales, se impulsan proyectos de desarrollo agro industriales o se anuncian importantes inversiones en obras de infraestructura en zonas estratégicas en disputas.
Del período colonial se heredaron una serie de líos fronterizos entre las provincias que no se resolvieron en las guerras y las modificaciones de linderos el siglo XIX, ni con la desintegración de las antiguas divisiones políticas y el nacimiento de nuevos departamentos en el siglo XX. Ahora la mayoría de los hitos fronterizos de los nuevos departamentos se fijaron basados en antiguos referencias coloniales que han desaparecido con los cambios de los cursos de los ríos y los nombres de ciertos referentes geográficos.
Muchas de las nuevas divisiones que nacieron en el siglo XX se hicieron con más criterios políticos para el fortalecimiento de los feudos de los gamonales políticos que con criterios técnicos. Enconsecuencia, se desconocieron aspectos técnicos claves en los trazados de las fronteras y por eso con el paso del tiempo se convirtieron en canteras de discordias entre departamentos y municipios colindantes.
El IGAC por ser una institución que se mueve al vaivén de la politiquería, también ha contribuido a crear más confusiones en las definiciones fronterizas, en algunos casos en las elaboraciones de los mapas colocan los territorios en disputas de un lado u otro de los departamentos y municipios querellantes, de acuerdo con las coyunturas políticas mediáticas.
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