El cartagenero Jorge Rafael Cueto Ávila de 35 años, jamás imaginó que pedirle de mala manera a sus vecinos de un barrio del municipio de Rionegro en Antioquia bajaran el volumen de la música, terminaría con su propia muerte en un hecho de intolerancia.
El hombre los intimidó con un cuchillo y dos de los asistentes al lugar contestaron atacándolo con un arma blanca. Los hechos ocurrieron el domingo 6 de octubre y el hombre no alcanzó a llegar con vida al puesto de salud cercano.
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Con este hecho de intolerancia, los muertos ascienden en Rionegro a 27, desde comienzos de año. La policía anunció que ya tenía identificados a los responsables del crimen y que los está buscando para que respondan por sus actos.
El 12 de mayo, también de este año, en hechos similares falleció Gilberto de Jesús Alzate García de 48 años, cuando también buscaba que sus vecinos redujeran el ruido de su fiesta. En el Valle de Aburrá, el 32% de la zona presenta problemas por los altos niveles de ruido que se manejan.
El representante a la Cámara por el departamento de Antioquia, Daniel Carvalho, se pronunció en redes sociales y expreso que "Las autoridades siguen dejando solos a los ciudadanos en la gestión del ruido. La gente no encuentra respuestas en las alcaldías ni en la policía.
