Hasta marzo del 2022 un yugo pesaba sobre Daniel Prado Albarracín. Hasta ese mes la Fiscalía General de la Nación investigaba al abogado por supuestamente haber filtrado las declaraciones de tres testigos clave para el caso de Santiago Uribe Vélez, hermano del expresidente Álvaro Uribe, investigado por presuntos nexos con una banda de sicarios llamada “Los Doce Apóstoles”. Uno de los que más celebró la decisión fue Gustavo Petro. Prado fue quien defendió al actual presidente cuando inició el proceso disciplinario por la implementación del polémico esquema de aseo que terminó sacándolo del palacio de Liévano.
El abogado de la Universidad Nacional y quien conoce al presidente desde 1983, cuando ambos coincidieron en el M-19, es el designado por el gobierno para entrar en las cárceles del país y hablar con los más temibles líderes de bandas criminales para plantear La paz total, uno de los planes más ambiciosos del actual gobierno. Prado Albarracín se ha enfocado en su carrera en defender a población campesina y ha llevado investigaciones sobre desaparición forzada. Él es quien tiene todas las llaves de las cárceles del país.
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