El área metropolitana de Guadalajara (México) es el mejor ejemplo para comprender la magnitud del drama medioambiental que atraviesa América Latina.
Cualquier persona que se levanta por la mañana lo primero que hace es ir al baño a hacer sus necesidades fisiológicas, después tira de la cadena del inodoro, luego se ducha con mucho jabón o shampoo, mínimo 10 minutos; se cepilla los dientes, escupe, tira otra vez de la cadena del inodoro; se acicala, se peina, si son mujeres se maquillan con diversos productos de cosmética, cremas, lociones, perfumes, el fijador, el acondicionador, la brillantina, la laca, la gomina o el desodorante, acto seguido se van a la cocina a preparase el desayuno; se sirven el café con leche, el pan con mantequilla y mermelada. Se acabó la leche y tiran el envase a la basura, se acabó el café y tiran el tarro a la basura; se toman un yogurt y tiran el envase a la basura. Producimos desperdicios y aguas residuales que es necesario evacuar de las zonas residenciales puesto que de lo contrario provocarían terribles epidemias y pandemias. No importa pues para eso se pagan impuestos y luego vendrán los servicios municipales de limpieza a recogerla para trasportarla a unos de los 12 botaderos de basura que existen en Guadalajara. Cada individuo de una familia normal y corriente (4,1 personas) produce en residuos sólidos (materia orgánica e inorgánica) un kilo y medio diario, o sea, media tonelada anuales. Entre los que sobresale especialmente: plástico, papel, cartón, vidrio, latas, etc. la pregunta es: ¿a dónde van a parar todos esos deshechos que producimos empezando por el agua del inodoro, la bañera, el lavaplatos, o la lavadora? pues a los desagües que conducen a los tubos que se encuentran enterrados en la calle y que están unidos a los canales del alcantarillado que lo distribuyen a la red unitaria que a su vez los lleva a un colector o una fosa séptica que en teoría lo descarga a una planta de tratamiento de aguas residuales. Ojalá sea así, pero lo cierto es que el 50% de las plantas de tratamiento están fuera de operación y tan solo el 2% es purificada según lo reflejan las estadísticas del CIATEJ. Lo que significa que casi siempre todas estas aguas negras acaban en los ríos, lagos, el mar o se filtran en los mantos freáticos.
Los ciudadanos pertenecen a un medio urbano antinatural y artificial y poco les importa lo que ocurra con el medio ambiente. Pero en todo caso sus casas están bien limpias e inmaculadas; las barren a fondo, las trapean con lejía, y la perfuman con ambientadores. Según las necesidades meten la ropa sucia en la lavadora, le echan detergentes y suavizantes, y claro más químicos y venenos que van a parar a los desagües. Este es en general el comportamiento de los ciudadanos de las grandes urbes no solo de Latinoamérica sino en todo el mundo. Por supuesto que estamos hablando de aquellos que poseen una casa y una red de distribución de agua potable. Según el INEGI 10.500.000 habitantes no tienen suministro diario de agua, lo que representa una población de más de 44 millones de mexicanos. Sin duda el crecimiento desordenado de la población y la explosión demográfica ha acrecentado aún más esta tragedia social.
En el área metropolitana de Guadalajara de 8.000.000 de habitantes existen 12 basureros que generan 5.500 toneladas de basura diarias, mientras los vertederos ciudad de México producen 13.000 toneladas de basura diarias y en todo el país 37.5 millones de toneladas de basura anuales. Es tal la cantidad de residuos sólidos que desechan los millones de habitantes de una ciudad que ya no queda espacio en los basureros a cielo abierto o de relleno sanitario.
Capítulo aparte es el de las pilas que están compuestas por elementos altamente contaminantes y que se arrojan en cualquier lugar sin tomar las mínimas precauciones. ¿Cuánto contamina una pila de litio de las que se utilizan en los componentes electrónicos como computadores, tabletas o teléfonos celulares? Una sola pila la de litio puede contaminar 600.000 litros de agua, una alcalina 167.000 litros de agua, ¿y una pila de mercurio o de plomo? el ácido de las baterías de plomo es lo más peligroso; el mercurio es cancerígeno y bioacumulable, la alta exposición a este mineral puede dañar el cerebro, los riñones o el feto y si entra en contacto con el agua de los ríos puede fijarse en los tejidos de los peces. El plomo que también es un componente básico en las pilas afecta gravemente el sistema nervioso, los riñones y el aparato reproductivo. El litio es neurotóxico y es nocivo para el riñón, la intoxicación por litio produce fallas respiratorias depresión del miocardio, edema pulmonar y estupor profundo. Y en casos graves daña el sistema nervioso hasta provocar estado de coma e incluso la muerte. El litio puede lixiviarse fácilmente y llegar a los mantos acuíferos. Su efecto puede alargarse por siglos. Las botellas de vidrio tardan 4.000 años en desaparecer, las bolsas y envases de plástico un plazo de 150 años y una botella de PET 1.000 años, tetrabrik 30 años en degradarse, latas de refresco de aluminio 10 años en degradarse.
La cuenca del Lerma-Santiago y el lago Chapala ocupa una superficie de 132.000 kilómetros cuadrados y se extiende por varios estados del país (México, Querétaro, Guanajuato, Michoacán y Nayarit) Estamos en la cuenca hidrográfica más contaminada de México y quizás también del mundo. Aquí van a parar las aguas negras, los desechos de metales pesados o los lodos tóxicos, compuestos orgánicos e inorgánicos volátiles, materia fecal, papel, cartón, plásticos, chatarra, artilugios tecnológicos, también los desperdicios de los mataderos, ladrilleras, la agroindustria, factorías agrícolas como granjas de pollos, cerdos, ovinos, caprinos, las tequileras (Casa Cuervo), cerveceras (Modelo) industria cárnica, alimenticia (Nestlé, Hershey), textilerías, maquiladoras, ensambladoras (Honda y ZF) industria química (Quimikao), fábricas de alimentación animal (Virbac) restaurantes, hospitales, hoteles. Y de ahí la gran incidencia en graves enfermedades como la insuficiencia renal crónica y el cáncer. Hasta los años cincuentas era el hábitat de agricultores y pescadores, un paraje de ensueño que inspiraba a los músicos y poetas, pero hoy no es más que una infecta letrina donde proliferan las bandadas de zopilotes y cuervos o las plagas de ratas, zancudos y cucarachas. En el año 2008 el niño Miguel Ángel López Rocha cayó accidentalmente a un ramal del río Santiago y tras agonizar dos semanas en el hospital falleció intoxicado por el arsénico que había absorbido su cuerpo. El resultado de las Investigaciones de los científicos de la Universidad Autónoma de San Luis de Potosí informa sobre el alto grado de contaminación en la cuenca Santiago-Lerma-Chapala. Dictamen que las autoridades ocultaron para no crear alarma social y desentenderse de sus responsabilidades. La empresa que registra los mayores niveles de polución es la compañía estadounidense Zoltec, especializada en la comercialización de fibra de carbono. A finales del 2019 el Gobierno de Jalisco anunció la apertura de un nuevo parque industrial en el Salto con una inversión de 110 millones de dólares.
Este es uno de los más importantes corredores industriales de México y por tal motivo desde hace décadas se encuentra seriamente afectado por la contaminación ambiental (pues no solo recibe las descargas industriales sino también las aguas negras de las zonas urbanas) Entre las sustancias toxicas reportadas en los análisis del instituto CIATEJ caben destacar: flúor, cloro, arsénico, plomo, cadmio, mercurio, aguarrás, benceno, lindano, benzinas, ácido sulfúrico, fibra de vidrio, polímeros sintéticos, monómeros, polietileno, poliestireno, PVC, ácido sulfhídrico, corrosivos, disolventes, desengrasantes, derivados del petróleo, las dioxinas o COP (contaminantes orgánicos persistentes) coliformes fecales, residuos de DDT, glifosatos, agroquímicos, insecticidas, pesticidas, fertilizantes, herbicidas, fungicidas que pueden provocar a largo plazo cáncer, leucemia, enfermedades cardiovasculares, alteraciones del sistema nervioso, esterilidad, afectaciones de las vías respiratorias y de la piel ¡Atención! Son más de 1.000 sustancias tóxicas. Residuos peligrosos como el nonifenol son prácticamente imposibles de eliminar incluso aplicando la más avanzada tecnología. Un gran porcentaje de estas sustancias anteriormente expuestas se descargan directamente a los ríos, las lagunas, los humedales, los estuarios, los manglares y por último al mar.
Muchos de estos compuestos reaccionan unos con las otros y son capaces de provocar explosiones, combustión espontánea o nubes tóxicas. Estamos ante un escenario más propio de la guerra química y bacteriológica como queda plasmado en las catástrofes San Juanico (México) en 1984 y del 22 de abril de 1992 en Guadalajara que dejaron miles de muertos y cientos de desaparecidos. No olvidemos que la Ley de la Conservación de la Materia afirma que la materia no se crea ni se destruye, se transforma.
Entre los desechos tóxicos industriales hay que reseñar los derivados del poliglicol, refrigerantes, disolventes, varsol, el aceite de los carros, el aceite de uso doméstico que se desechan en el alcantarillado o los vertederos y que se filtran en el subsuelo y los cursos de agua. Florecen por doquier los basureros de llantas viejas que se venden a las cementeras para quemarlas en los hornos produciendo el polvo residual llamado Clinker que marca niveles altísimos de plomo, arsénico cadmio, mercurio, selenio, etc. Son 19 metales pesados que expulsa a la atmósfera como el dióxido de carbono y monóxido de carbono que son gases que potencian el efecto invernadero.
Los niveles de ozono y partículas nocivas supera hasta por tres veces lo establecido en los protocolos de salubridad. Las víctimas son seres invisibles que no se recogen en las estadísticas, hay miles de afectados y cientos de muertos anuales. En las horas punta el caótico tráfico automovilístico no deja más que una voraz humareda cargada de partículas nocivas que superan hasta por tres veces lo establecido por la legislación ambiental (muchos días alcanza los 90 puntos Imeca que se traduce de regular a malo en la calidad del aire)
¿Qué se necesita para descontaminar el río Santiago y Lerma y el lago Chapala? supone una misión casi imposible de afrontar pues se requieren inversiones millonarias en infraestructuras que por el momento están en fase preliminar -Según las palabras del gobernador de Jalisco Enrique Alfaro- “se va a aplicar una estrategia integral para la recuperación del río Santiago” Aunque a ciencia cierta dichos proyectos requerirán varias décadas para materializarse. Pero los especialistas siguen obviando el problema más urgente que es el de los vertidos industriales. Hay que atacar a fondo la polución de las fuentes hídricas en el origen, es decir, desde el estado de México (distante a unos 480 kilómetros) Para que el plan sea exitoso los municipios tienen que responsabilizarse del saneamiento, y las fábricas e industrias tratar con urgencia los desechos tóxicos construyendo plantas depuradoras. Las inspecciones deben realizarse con asiduidad por parte de la CONAGUA y ordenar el cierre por vía judicial de aquellos que incumplan las normas. Pero como de costumbre las prácticas corruptas y los sobornos impiden que se hagan efectivos dichos controles de vigilancia. Las afectaciones a las poblaciones ribereñas deben ser consideradas un crimen de lesa humanidad como lo refiere categóricamente el informe presentado por el sistema de datos renales de EEUU. El municipio de San Pedro Itzicán (en el lago Chapala) contabiliza el mayor número de enfermos renales a nivel mundial.
En el año 2012 fue inaugurada por el propio presidente Felipe Calderón la planta de tratamiento de aguas residuales y lodos industriales del Ahogado que junto a la de Agua Prieta (ambos proyectos realizados por la empresa española Renova Atlatec y que se consideran un fiasco. Ambos fueron diseñados para sanear el 85% de las aguas negras de Guadalajara (pero hoy apenas procesan el 40%) Las autoridades prometieron que para el 2030 todas las aguas residuales municipales captadas en los sistemas de alcantarillado de Guadalajara contarán con plantas de tratamiento de basuras, arenas y lodos.
Aunque México firmó el Acuerdo de Paris para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero el gobierno de la Cuarta Transformación de Morena ha apostado por incrementar la producción de los combustibles fósiles (monopolio petrolífero de carácter nacionalista) dejando a un lado los proyectos de energías renovables. Han preferido aplicar una estrategia retrograda más propia del siglo XX inyectando recursos a la construcción de refinerías, reparación de las antiguas y la exploración de nuevos campos petrolíferos y gasíferos. Igualmente, no se ha detenido la explotación a destajo de las minas de carbón para abastecer las centrales carboeléctricas que producen el 9% de la energía del país. Hay más de 1.000 millones de toneladas de mineral en el subsuelo y los tecnócratas sostienen que es necesario aprovecharlas al máximo-. La descarbonización de la economía se aplaza indefinidamente. El presidente López Obrador está empeñado en resucitar PEMEX que es la empresa más grande y endeudada de México inyectándole 114.000.000 de pesos (7.400 millones de dólares) Porque PEMEX debe convertirse en el motor del “crecimiento de la patria” y “garante de la soberanía” En la actualidad el 80% de la gasolina que consume México procede mayoritariamente de las refinerías de EEUU y de otros 39 países.
Para rematar existe un fenómeno que muy pocas veces se menciona y es el de la lluvia ácida que se propaga gracias a la humedad del aire y que es capaz de extenderse por cientos de kilómetros impulsada por los vientos y las tormentas. La lluvia ácida es un cóctel venenoso compuesto por dióxido de azufre, trióxido de azufre y óxidos de nitrógeno procedentes de los derivados del petróleo, del carbón, deshechos de incineradoras, centrales eléctricas, humos de fábricas, vehículos o aeronaves. Sus efectos son muy perniciosos pues marchita la vegetación, empobrece el suelo, enferma la fauna silvestre, flora, insectos o microorganismos. El salto de Juanacatlán, llamado en su día el “Niágara mexicano”, es el mejor ejemplo de lo que significa la aspersión de partículas volátiles tipo aerosol que respiran los seres vivos en cantidades ingentes de monóxido de carbono, óxido de azufre, óxido de nitrógeno y plomo. Muchas sustancias radioactivas permanecerán latentes por los siglos de los siglos. Los biólogos han demostrado que la acción mutagénica de agentes físicos, químicos o biológicos alteran o cambian la información genética del ADN de los organismos. Mutaciones que a menudo producen cáncer y enfermedades de la piel y cardiovasculares. Los pobladores de la cuenca desesperados organizan manifestaciones de protesta y exigen a los organismos oficiales que ponga fin a este cruel genocidio. Hasta la misma SEMARNAT (Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales) está de acuerdo en que se declare de una vez por todas la emergencia sanitaria.
En 2015 durante la Conferencia de París sobre el Clima (COP21) 195 países firmaron el primer acuerdo para combatir el cambio climático. El Acuerdo de París establece compromisos vinculantes para mantener la temperatura global en este siglo muy por debajo de los 2 grados centígrados. El gobierno mexicano ratificó el Acuerdo de Paris el día 22 de abril del 2016, el cual debe entrar en vigor a partir del 2020, comprometiéndose a disminuir progresivamente las emisiones de efecto invernadero en un 25% de GEI y contaminantes climáticos 22% de GFI y 51% de carbono negro, además de reducir las emisiones del sector industrial generando un 35% de energía limpia en el 2024 y 43% en 2030 (donde tiene que ser eliminados el 87 % de los precursores que genera ozono y alto contenido de azufre) El efecto invernadero es corrosivo y daña la vida terrestre, acuática y aérea.
3.000.000 vehículos de motor circulan diariamente en el área metropolitana de Guadalajara; mientras en la ciudad de México ya son 5 millones de automotores. El estrés oxidativo provocado por las altas cantidades de ozono liberado a la atmósfera influye negativamente en el medio ambiente. Los niveles de ozono y partículas nocivas supera hasta por tres veces lo establecido por las normas internacionales y si no se toman las medidas oportunas podría aumentar en un 20% en los próximos 10 años. Pero las pretensiones de la industria automovilística a corto y largo plazo es multiplicar a la enésima potencia la producción de vehículos pues las ventas están en números rojos. De lo contrario se perderían miles de puestos de trabajo y la economía entrarían en recesión. Algo que resulta un sinsentido cuando la promesa del nuevo gobierno es elevar el bienestar y el poder adquisitivo de los ciudadanos. México por sus características geográficas es uno de los países más amenazados de los efectos hidrometereológicos que influyen en el desequilibrio ecológico: sequías, inundaciones, heladas y tormentas, destrucción del hábitat y perdida de la biodiversidad. De 8.000.000 de kilómetros cuadrados de selvas tropicales hoy tan solo quedan 1.000.000 de kilómetros. Ecosistemas tan frágiles necesitan siglos en regenerarse.
En el corredor industrial de Guadalajara-Ocotlán el Salto-el Ahogado están asentadas unas 10.000 industrias, empresas multinacionales y factorías, además se localiza el Silicón Valley mexicano donde se desarrolla la floreciente industria del software con unas exportaciones de 148.000 millones de pesos y que genera empleo a más de 100.000 personas. Existen 600 empresas de alta tecnología lo que la sitúa en la quinta ciudad de América Latina con el mayor nivel de digitalización. Sobresalen 15 grandes corporativos, principalmente de origen USA. Guadalajara es la tierra de promisión, pero también el infierno de la contaminación electromagnética, rayos gamma, rayos X, radiación ultravioleta y microondas con serias incidencias en los tumores cerebrales. Jalisco ocupa el segundo puesto en contaminación a nivel nacional, pero aporta un 7.0% del PIB mexicano. Hay que elegir entre los pajaritos y las florecitas o los altos réditos de la bonanza económica.
La medición del el PH como una variable química maestra nos indica cuan alta es la concentración de iones de hidrógeno que nos revela la acidez o alcalinidad del agua que es la mejor forma de comprobar su mayor o menor grado de pureza. En este caso el PH de dicha cuenca hidrográfica es incompatible para la vida acuática. Si se hace un recorrido a pie por ese entorno opresivo es imprescindible usar mascarilla para contrarrestar los malos olores y las emanaciones químicas que en algunos casos provocan asfixia, náuseas, vómitos o diarrea. Aquí el coronavirus se llama dengue hemorrágico que en el año 2019 ha ocasionado casi 200 muertos.
La fábrica de cerveza del grupo Modelo necesita de millones de litros de agua para asegurar que su producción siempre esté en alza- se requieren tres litros de agua para obtener uno de cerveza. Anualmente consumen 51.3 millones de hectolitros de agua o, mejor dicho, 16.6 billones de litros de agua. Con estas reservas se podrían abastecer a 11.000.000 de mexicanos que no tienen acceso al agua potable. El agua escasea cada vez más, hay desabasto en las colonias y poblaciones marginales donde es racionada o se suministra mediante pipetas. En un futuro no muy lejano se desertificarán muchas regiones que hoy son fértiles valles o vergeles.
Y encima las cerveceras contaminan con sustancias tóxicas tanto los cauces fluviales como la atmósfera. México ocupa el cuarto lugar en producción de cerveza en el mundo, y es el primer exportador a nivel global.
Las áreas urbanas se han extendido más allá del horizonte, no conocen limites ya que las municipalidades han permitido edificar en las zonas verdes y reservas naturales. Nadie es capaz de detener el ecocidio promovido desde las altas esferas del poder. ¿Cómo salvar los bosques, humedales, lagunas, campos de cultivo que han sido sepultados bajo una pesada losa de cemento y asfalto? Hace unos 40 años el municipio de Zapopan era conocido como la “despensa del bajío” pero en la actualidad por culpa de la especulación inmobiliaria no es ni sombra de lo que fue. Se acabó ese edén de ensueño para dar paso a las autopistas, rascacielos, colonias, condominios, y gigantescos centros comerciales. Según los gurús del neoliberalismo el crecimiento económico tiene que mantener su curva ascendente. Infinidad de empresas multinacionales se han instalado en la zona de Zapopan aprovechando las grandes facilidades que ofrece la municipalidad con bajos impuestos, energía barata y una normativa tolerante con la contaminación medioambiental. Sobre la mesa hay nuevos macroproyectos -claves para atraer capitales-como termoeléctricas, gasoductos, hidroeléctricas o plantas geotérmicas.
Cada día que pasa los recursos hídricos se agotan y por más que se construyan represas y se sobreexploten los acuíferos en muchísimos pueblos, barrios y colonias se raciona el agua o deben ser abastecidos por carrotanques. Como el agua del grifo “no es recomendable beberla” ya que es un riesgo para la salud -como lo acreditaron los especialistas del instituto de ciencias químicas ambientales- la ciudadanía se ha visto obligada a beber el agua embotellada favoreciendo el multimillonario negocio que dominan compañías multinacionales como Danone, Nestlé, Dasani, Coca Cola y PepsiCo (que facturan 67.000 millones de dólares anuales) Aunque los gobiernos municipales están obligados por la Constitución mexicana a suministrar agua potable a sus ciudadanos (para beber, bañarse, uso doméstico, además de dotar a los barrios y colonias de drenaje, alcantarillado, y tratamiento de aguas residuales) El agua es un derecho humano de primer orden reconocido explícitamente por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sin el agua no existiría vida sobre el planeta tierra.
La sociedad civil se ha movilizado empecinada en salvar la cuenca del Lerma-Santiago-Chapala. Valerosos han asumido el papel de escudos humanos, de guerreros indómitos que a pecho descubierto enfrentan a un insaciable monstruo casi invencible. Sin su compromiso y entrega solidaria seguramente hoy la tragedia sería pavorosa. Esta es la oposición que fiscaliza al poder establecido y entabla demandas y amparos judiciales que paraliza esos planes desarrollistas de carácter megalómano. Bajo el lema: “el infierno ambiental en el paraíso industrial” se encuentran en pie de lucha la Asociación del Foro Socio-Ambiental de Guadalajara presidida por Enrique Lira, la Asociación Un Salto de Vida dirigida por Enrique Encizo, la Fundación Cuenca Lerma-Lago Chapala-Santiago cuyo presidente es Manuel Villagómez asesorado por el veterano activista Elías Rodríguez, también don Raúl Muñoz Delgadillo Defensor de los Derechos Humanos del Salto y el colectivo Pueblos en Resistencia de la Barranca.
Ante tamaña actitud suicida se necesita urgentemente un cambio del modelo de vida más próximo a la deconstrucción, o sea, desmontar la diabólica maquinaria que rige el sistema capitalista empezando por el abandono del desarrollismo extremo. Promover una vuelta al campo y a ser autosuficientes estimulando la producción de productos orgánicos libres de contaminantes. (muchos cultivos se riegan con aguas inmundas y pestilentes) Un sacrificio que por el momento los ciudadanos no están dispuesto a asumir ya que no quieren renunciar a los privilegios que les brinda la modernidad.
El presidente Donald Trump se niega a reconocer que exista cambio climático y ha decidido retirar a EEUU del Acuerdo de Paris. “no hay pruebas contundentes y más bien parece que hace parte de la misma evolución del planeta” – El soberbio mandatario desprecia las investigaciones de biólogos y ambientalistas que nos alertan de la grave crisis ambiental que nos aguarda en un futuro no muy lejano. Para él lo más importante es que la bolsa de valores de Wall Street se mantenga al alza. De nada vale sembrar árboles pues lo más rentable es recoger la cosecha de dólares. Está comprobado científicamente que el calentamiento global es el causante del aumento de las temperaturas, la subida del nivel del mar, el deshielo de los casquetes polares, las sequías extremas, las inundaciones o los incendios de las selvas tropicales.
Por ese camino transita también el gobierno de la Cuarta Transformación pues México, como tantos otros países del Tercer Mundo, aduce que tiene todo el derecho a alcanzar el alto nivel de desarrollo de las grandes potencias.
¿Es posible remediar la catástrofe a estas alturas del siglo XXI? ¿Como desactivar este peligro letal que amenaza a la humanidad? ¿Aparecerá algún redentor divino o humano? Pero por más que se construyan depuradoras de aguas residuales o plantas de reciclaje de basuras los ríos, los lagos, los mares parece que están condenados a ser unas inmundas cloacas.
Tal y como anuncian los predicadores de las sectas: “el juicio final ya comenzó” y lo repiten hasta la extenuación: “estamos a las puertas del apocalipsis” Mientras los fieles temerosos se arrodillan implorando clemencia. El paraíso está en el cielo y no en la tierra, entonces lo mejor es dedicarse a orar en las iglesias por la salvación de las almas.
Hoy la lucha por la preservación del medio ambiente es una labor que llevan a cabo organismos institucionales como ministerios, secretarias, también las ONG, las asociaciones, las fundaciones e incluso hasta el Rotary Club se aprovecha de la coyuntura para lanzar campaña de “redención universal”. La ecología está de moda y todos los partidos políticos la incluyen en sus programas pues saben muy bien que es un factor imprescindible para captar el mayor número de votantes. ¿quizás promueven una revolución verde? Solo se trata de una estrategia publicitaria más que solo sirve para imprimir bellísimas revistas y folletos cuyo destino no es otro que ser desechados en los basureros.
Los pueblos que quieran ser protagonistas de su propia historia deben optar por un compromiso colectivo obviando el individualismo imperante, mejor dicho, toda la sociedad debe implicarse en la lucha por la preservación del medio ambiente. Si en muchos países del Primer Mundo se toman las medidas urgentes para frenar el cambio climático y el calentamiento global, en el Tercer Mundo, por el contrario, no hay una conciencia crítica y prefieren seguir alienados por la realidad virtual que castra cualquier relación con la tierra. ¡Alerta, alerta! suenan las sirenas mientras los ciudadanos ávidos siguen devorando el orgiástico banquete capitalista.