La Universidad Tecnológica del Chocó parece estar condenada al fracaso por el resto de su existencia. Esta semana habrá elección de rector para esta institución de carácter público, pero será solo una elección de trámite porque las componendas están listas para que Teófilo Cuesta, candidato del rector saliente Eduardo García, sea el escogido. Y así las cosas, la UTCH siga en manos de quienes la han desmantelado por más de una década. Diego Luis Córdoba, el fundador de esta alma mater, debe estarse retorciendo en su tumba porque la UTCH hoy en día no es lo que el soñaba. La corrupción tiene a la UTCH en estado de coma.
Hay ocho candidatos para rector de la UTCH, pero en Chocó todo el mundo sabe que el exdirector de Codechocó, Teófilo Cuesta, es el aliado y escogido por Eduardo García para la sucesión, como si se tratara de un cartel o un imperio. Se dice que ya se han hecho arreglos con dineros de por medio para hacerse a por lo menos seis de esos votos, de los nueve votos del consejo directivo de la institución, y lograr este jueves la elección.
Bajo la rectoría de Eduardo García, la UTCH estuvo envuelta en escándalos y duros cuestionamientos por malos manejos administrativos. Programas académicos sin acreditación. Vale la pena recordar el escándalo por la red de falsificación de títulos universitarios, las denuncias de acoso y maltrato laboral, malos manejos en algunos proyectos que ejecuta la UTCH y a esto hay que sumar, el hecho que los indicadores de calidad y estándares del propio Ministerio de Educación clasifican a la Universidad Tecnológica del Chocó en la posición 30 entre las 32 universidades de carácter público de todo Colombia.
Es inadmisible que los delegados ante el consejo directivo de los estudiantes, los exrectores, el sector productivos, egresados, autoridades académicas, el gobernador vayan a elegir como rector a una persona impuesta por un exrector que no dio resultados en los más de 10 años que estuvo en el alma mater y ahora quiere seguir en cuerpo ajeno haciendo lo mismo con una persona como Teófilo Cuesta que no tiene la experiencia docente requerida pero que además tiene investigaciones.
Todo esto ocurre en las narices del gobierno nacional, que a pesar de los muchos hallazgos no interviene a esa universidad bajo el pretexto del respeto a la autonomía universitaria. Permitir la elección de Teófilo Cuesta como rector de UTCH es cohonestar con la corrupción, es el momento para que los organismos de control como la Procuraduría, la Fiscalía, la Contraloría y el mismo Ministerio de Educación intervengan antes de que se consume una elección que sería otro tiro de gracia para la agonizante Universidad Tecnológica del Chocó.