Los nariñenses desbordamos en petrismo. Fuimos una de las regiones donde el Pacto Histórico obtuvo un respaldo electoral sin precedentes. Votos del pueblo, no de dirigentes apolillados sin ninguna ascendencia ética o moral.
En sus discursos Petro destacó el valor, la hidalguía y la inteligencia de nosotros los nariñenses. En sus palabras LOS VIENTOS DEL SUR ANUNCIAN CAMBIOS. Lo que nunca sospechamos es que estos cambios se harían realidad en el desmonte del subsidio al precio de los combustibles en Nariño y en zonas de frontera. Eso se lo tenía bien guardado y listo para presentar en una reforma tributaria que nos deja mal parados.
El ministro Ocampo expresa que estos subsidios fomentan el contrabando y alimentan el poder de las mafias. Desconoce los beneficios que se generan en nuestra región y permiten de alguna manera un equilibrio económico y una justicia social. Por toda solución, al mejor estilo neoliberal expresa, denuncia y opina que “De acuerdo con nuestras estimaciones, tendríamos un déficit de $28 billones a no ser que empecemos a aumentar fuertemente los precios de los combustibles... ". Para Nariño se constituiría en una estocada mortal pues sufriría el embiste de un aumento FUERTE en los precios de los combustibles y la eliminación de un subsidio que contribuye a amortiguar el encarecimiento de los productos de una canasta familiar básica.
Expresé en otra columna que ANTES QUE PETRISTA SOY NARIÑENSE y el respeto por nuestra gente y sus intereses se antepone al afecto partidista o electoral. Mal hace un gobierno que se sustenta en la equidad y la justicia social en borrar de un plumazo los escasos beneficios de un departamento como Nariño, sumido en tragedias y olvidos históricos y presupuestales.
Y en medio de esta atrocidad nos encontramos con el deleznable espectáculo de unos congresistas de gobierno sumidos en el silencio y apenas vociferando unas cuantas palabras en reclamo de la dignidad de Nariño. Los mismos que ayer se enardecían con las injusticias neo liberales y hoy no son capaces de convocar a un pueblo en defensa de sus intereses.
Destaco, sin interés alguno, la posición del representante JUAN DANIEL PEÑUELA, quien movido por el dolor y el sentir de este pueblo no ha dudado un solo instante en convocar a gremios, entidades y organizaciones cívicas y sociales. Ha emplazado a ministros y funcionarios para tratar de parar y frenar esta afrenta que nos tiene en estado de shock.
Las razones del ministro Ocampo las consideramos falaces, carentes de razón y desconsideradas con nuestra gente. Existen sobrados argumentos para defender un subsidio a los combustibles en regiones como Nariño.
Ahora nos toca a los propios de esta región defender lo ganado en el pasado. Ganar lo ganado no es ganar, es asumir una derrota en la creencia de obtener una victoria. Triunfo pirrico que nos obliga a agradecer al salteador de turno.
Nariño se une en este clamor y no dudará un solo instante en elevar su voz de protesta ante una medida que lesiona sus intereses regionales. Por el bien de la paz, la concordia y la fraternidad ministro Ocampo recule sus palabras, presidente Petro cumpla sus promesas y congresistas de Nariño den muestras de dignidad.
